Armando Zúñiga Salinas, presidente de Agrupaciones de Seguridad Unidas por México (Asume), aseguró que el negocio de la seguridad, vigilancia, protección y monitoreo ha tenido un crecimiento evidente por la inseguridad desatada durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Por la inseguridad, el 80 por ciento de las empresas y un sinnúmero de instituciones invierten entre el 5 y 8 por ciento de su gasto operativo para resguardar personal y proteger mercancías o información”, comentó el empresario.
Agregó que son un sector estratégico para la economía mexicana, ya que dan certidumbre a las inversiones y contribuyen a la paz de México.
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“Son muchas las ramas que han hecho posible el auge de la industria en México, tales como el de los oficiales de seguridad, custodia de bienes y valores, rastreo satelital, alarmas, blindajes, profesionales de seguridad y tecnología”, comentó el representante de las empresas de seguridad y vigilancia.
Ha llegado el momento de hacer evidente que la seguridad privada es un pilar muy importante para la competitividad y el crecimiento nacional, apuntó.
El directivo comentó que durante más de tres décadas, el sector de la seguridad ha contribuido al bienestar de la nación, así como ha creado más de 800 mil empleos a través de más de 8 mil empresas a nivel nacional, aportando aproximadamente el 2 por ciento del producto interno bruto (PIB).
“En ASUME están las empresas de seguridad privada que crean empleo formal, que operan en el marco irrestricto de la ley y además, son las que promueven esquemas de profesionalización constante y dignificación de las condiciones operativas de sus colaboradores”, detalló.
Las Agrupaciones de Seguridad Unidas por México están listas para crear los cimientos que permitan construir la Cámara de la Industria de la Seguridad, la cual generará mayor celeridad y solidez en varios retos que actualmente están pendientes, añadió Armando Zúñiga Salinas.
El presidente de Asume explicó que se requiere la formalización del 40 por ciento de las empresas de seguridad y vigilancia, que hoy ofrecen servicios de seguridad, así como avanzar en la profesionalización, regionalización y cobertura del sector.
También, agregó que se necesita exigir un mejor marco legal que les permita darle mayor impulso y certeza jurídica al crecimiento de esta industria de seguridad y vigilancia.
“Aún con la relevancia en la contribución y crecimiento nacional de la seguridad privada, nuestro sector sufre de una legislación federal obsoleta y una sobreregulación estatal e incluso municipal que ha limitado su competitividad, de ahí que sea tan importante y urgente aprobar la tan anhelada Ley General de Seguridad Privada”, expresó.
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La Ley General de Seguridad Privada, dijo, facilitará la Homologación de un permiso único con el objetivo de crear un Registro Nacional de las empresas que prestan el servicio, ya sea en uno o varios Estados, así como establecer claramente la distribución de competencias que tendrán la Federación, los Estados y los municipios en la materia.
“Diferentes niveles de sanciones tanto para las empresas como para los usuarios que contraten empresas que no cuenten con las autorizaciones correspondientes”, concluyó Armando Zuñiga.
