Reuters.- Países occidentales se apresuraban el miércoles a completar la evacuación de Afganistán, cuando falta menos de una semana para la salida de las tropas extranjeras, y reconociendo que muchos afganos que los ayudaron durante dos décadas de guerra se quedarán a enfrentar un destino incierto bajo un gobierno talibán.
Si bien el puente aéreo debe durar hasta el martes, el Ejército estadounidense dijo que en los dos últimos días se centraría en la evacuación de sus propias tropas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ordenado la salida de todas las tropas del país surasiático para finales de mes, desoyendo las peticiones de los aliados europeos de más tiempo para poner a salvo a las personas que ayudaron a los países de la OTAN durante el conflicto.
En los 10 días transcurridos desde que los talibanes irrumpieron en Kabul, Estados Unidos y sus aliados han organizado una de las mayores evacuaciones aéreas de la historia, sacando a más de 88,000 personas, 19,000 en las últimas 24 horas.
El Ejército estadounidense dice que los aviones están despegando cada 39 minutos.
Biden dijo que están en camino de cumplir con la fecha límite, establecida en virtud de un acuerdo alcanzado por el gobierno del expresidente Donald Trump con el grupo islamista el año pasado a fin de terminar con la guerra más larga que ha librado Estados Unidos.
La Casa Blanca dijo que Biden fue informado el miércoles de los planes de contingencia para la evacuación de Afganistán, así como de la amenaza del grupo militante ISIS-K.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que al menos 4,500 ciudadanos estadounidenses y sus familias habían sido evacuados de Afganistán desde mediados de agosto, y que el Departamento de Estado estaba tratando “agresivamente” de llegar a unos 1,000 que se quedaron.
Blinken dijo en una conferencia de prensa que no había una fecha límite para el esfuerzo de ayudar a las personas que quieren salir de Afganistán, tanto estadounidenses como de otros países, y que continuaría durante “todo el tiempo que sea necesario”.
Los talibanes dijeron que todas las evacuaciones extranjeras deben completarse antes del 31 de agosto y pidieron a Estados Unidos que deje de instar a los afganos talentosos a que se fueran, mientras trataba de persuadir a las personas en el aeropuerto para que se fueran a casa, diciendo que no tenían nada que temer.
“Las tropas extranjeras deben retirarse antes de la fecha límite. Allanarán el camino para la reanudación de los vuelos civiles”, dijo en Twitter el portavoz talibán Suhail Shaheen. “Las personas con documentos legales podrán viajar en vuelos comerciales después del 31 de agosto”.
Varios de los aliados europeos de Washington dicen que ya no tienen tiempo para rescatar a todos los miles de afganos que ayudaron a sus fuerzas y a sus esfuerzos diplomáticos.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, dijo que el plazo para evacuar a las personas es hasta el último minuto del mes.
Francia dijo que seguiría adelante con las evacuaciones el mayor tiempo posible, pero que probablemente las terminaría en las próximas horas o días. La canciller Angela Merkel señaló que Alemania intentaría ayudar a los afganos incluso después de que expirara el plazo.
BUSCANDO PASAJE
Decenas de miles de afganos que temen ser perseguidos han abarrotado el aeropuerto de Kabul desde la toma de posesión de los militantes islamistas.
Mucha gente con la esperanza de salir se arremolinaba fuera del aeropuerto el miércoles, donde soldados de Estados Unidos, Reino Unido y otras naciones intentaban mantener el orden en medio del polvo y el calor.
Llevaban bolsas y maletas llenas de posesiones y agitaban documentos frente a los soldados con la esperanza de poder entrar. Un hombre, de pie en una zanja inundada hasta las rodillas, pasó a un niño entre los muros del terminal para entregárselo a otro adulto.
“Me enteré por un correo electrónico de Londres que los estadounidenses están sacando gente, por eso vine para poder ir al extranjero”, dijo un hombre, Aizaz Ullah.
Si bien ahora la atención se centra en quienes intentan huir, el riesgo de hambre, enfermedades y persecución está aumentando para el resto de la población, dicen las agencias de ayuda.
La UE dijo esta semana que planea cuadriplicar la ayuda y que busca coordinarse con Naciones Unidas en la entrega, así como garantías de seguridad en el terreno.
La jefa de derechos humanos de la ONU dijo que había recibido informes creíbles de violaciones graves por parte de los talibanes, incluidas “ejecuciones sumarias” de civiles y fuerzas de seguridad afganas que se habían rendido. Los talibanes han dicho que investigarán los informes de atrocidades.
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El Gobierno de los talibanes de 1996-2001 estuvo marcado por la dura ley de la sharia, con muchos derechos políticos y libertades básicas restringidos y las mujeres severamente oprimidas. Afganistán también fue un centro para militantes antioccidentales, y Washington, Londres y otros temen que pueda volver a serlo.
Un diplomático de la OTAN en Kabul, que se negó a ser identificado, dijo que varios grupos de ayuda internacional estaban desesperados por sacar al personal afgano y que los países vecinos deberían abrir sus fronteras terrestres para permitir que más personas se fueran.
“Irán, Pakistán y Tayikistán deberían retirar a mucha más gente usando rutas aéreas o terrestres. Es vital que las rutas aéreas y terrestres se utilicen a un ritmo muy rápido”, dijo el diplomático a Reuters.
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