En México, la industria del litio se encuentra en una fase muy inicial y los retos son muchos, pero el principal es el tecnológico para su explotación, ya que sus reservas de litio están en depósitos de arcilla y ante esto debe prepararse.
Jeannette Sánchez, directora de División de Recursos Naturales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), indicó que si bien la creación de una industria de litio en México es naciente no significa que no deba prepararse, tomar medidas y adecuar sus normas y regulaciones. Así como plantear una visión frente a este recurso estratégico.
“El potencial existe, sí hay incertidumbre tecnológica, porque en el caso de México las reservas son de arcilla, al menos la primera que está en en fase de estudios de exploración, pero la incertidumbre es un dato de la realidad a la que tenemos que acostumbrarnos, no sólo en materia de litio, sino en en muchas otras”, señaló en la presentación del informe especial: Extracción e industrialización del litio. Oportunidades y desafíos para América Latina y el Caribe.
Entonces el hecho de que exista incertidumbre tecnológica no debe desmovilizar a México, así que el país hace bien en preparar su institucionalidad para enfrentar la demanda de litio no sólo internamente incluso también regional y global.
“Además porque estratégicamente, México está ya desarrollando la industria automotriz de autos eléctricos y tiene ventajas por sus acuerdos con Estados Unidos que plantea en su ley de reducción de inflación el tener al menos el 40% de los insumos de la industria de electromovilidad provista por el país o por sus socios comerciales”, destacó.
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Agregó que es una oportunidad y hay que apostar, prepararse y estar alerta a todas las posibles tecnologías que van emergiendo y que también hace falta tenerlas presente al momento de la planeación.
Respecto a la empresa pública (Litio para México), apuntó que cada país ha desarrollado su modelo de gobernanza, y hay “excelentes” ejemplos de empresas públicas, como es el caso de Chile, pero también se tienen malas experiencias.
“Es importante en este momento de la historia del desarrollo industrial y de la explotación de recursos naturales, aprender de las experiencias tanto de las buenas prácticas, pero sobre todo de las malas prácticas o de los errores cometidos”, expresó.
“Está claro que ninguna empresa pública per se va a resolver el el desafío que tiene enfrente y por tanto las alianzas con el sector privado son muy importantes, tanto por la necesidad de tener inversiones como con la necesidad de la innovación, de la posibilidad de transferencia tecnológica, pero en el caso concreto de México esta posibilidad está abierta”, indicó.
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