La compañía se asocia con organizaciones ya establecidas para completar los proyectos. En lugar de ofrecer docenas de proyectos como lo hacen sus competidores, dice Stanfield, el equipo eligió tres que se pueden ampliar fácilmente a medida que la empresa obtiene más clientes. La plantación de árboles, por ejemplo, se realiza con el Programa Internacional de Pequeños Grupos y Plantación de Árboles (TIST), que proporciona fondos y semillas para las comunidades de agricultores en África y ya ha plantado millones de árboles. TIST ya tiene prácticas para rastrear cuidadosamente el crecimiento de los árboles, información que Wren puede transmitir a sus suscriptores a través de imágenes como gifs. Los otros proyectos están encabezados por Mandulis Energy y Rainforest Foundation, una organización que ayuda a los peruanos a monitorear la deforestación ilegal, una práctica que los expertos han señalado como una causa probable de los incendios amazónicos en Brasil.La calculadora de carbono de Wren utiliza datos del proyecto Cool Climate de la Universidad de California Berkeley y del Banco Mundial.
Por 400 pesos al mes esta compañía compensa tu huella de carbono
Esta startup contrarresta la huella de carbono de sus clientes en el mundo, a través de un membresía y el fondeo a proyectos ambientales específicos.
Cuando Landon Brand, Ben Stanfield y Mimi Tran Zambetti estaban haciendo una lluvia de ideas para su segunda aventura de inicio, una frase se garabateó en la pizarra en mayúsculas: “CAMBIO CLIMÁTICO”.
El trío, que se conoció a través de la Academia Jimmy Iovine y Andre Young de la USC, estaba trabajando originalmente en software de recursos humanos cuando cambiaron de dirección. Pero no eran climatólogos, científicos medioambientales o políticos. Eran diseñadores e ingenieros, por lo que comenzaron a buscar una forma de crear un producto para los consumidores. “Hay toneladas de personas como nosotros que quieren hacer algo al respecto”, dijo Stanfield a Forbes. “¿Podemos configurar algún tipo de software para ayudarlos a conectarse con proyectos en los que puedan involucrarse?”.
Su solución se convirtió en Wren, un servicio de suscripción que compensa la huella de carbono de sus suscriptores. Cuando un cliente se registra, comparte su transporte, dieta, servicios y uso de energía, que Wren utiliza para calcular su huella de carbono. Luego, pagan un cargo mensual para compensar lo que emiten, por un promedio de 21 dólares (400 pesos mexicanos) al mes. Ese dinero se destina a uno de los tres proyectos: plantación de árboles, protección de la selva amazónica o energía limpia para los refugiados ugandeses. Wren actualiza sus suscriptores cada dos semanas en los proyectos.