Por Natalí Faxas. En Latinoamérica, una de cada cuatro botellas de alcohol es ilegal, ya sea por contrabando, adulteración o evasión de impuestos. En República Dominicana, es una de cada tres. El mercado ilícito de bebidas alcohólicas significa una tercia de efectos inmediatos. El primero es que el país perdió 1,099 millones de dólares durante el 2015, entre lo que dejó de recibir la industria formalizada (749 millones de dólares) y los impuestos que nunca se pagaron (350 millones de dólares). República Dominicana encabeza la lista de países en la región con mayor consumo de alcohol ilícito en términos porcentuales, con un 29%, frente al promedio de 24% de las naciones vecinas. Estos datos forman parte de un estudio sobre mercado ilegal de bebidas alcohólicas que realizó la consultora Euromonitor International y presentó en junio pasado, a propósito de la conferencia “Mercado ilícito de bebidas alcohólicas: un tema de todos”, que celebró la multinacional Diageo, en compañía de la embajada británica en el país. Puedes leer: Banco Mundial reitera su compromiso de apoyo a RD Lourdes Chavarría, consultora senior y especialista en comercio ilícito, resaltó que además del impacto económico, los otros dos efectos de estos delitos son la competencia desleal en perjuicio de las compañías que sí cumplen con todo el marco regulatorio nacional, “y luego tienes daño a la reputación de tu marca. Las empresas invierten mucho en el patrimonio de su marca, en el posicionamiento, la publicidad, pero también en asegurarle al consumidor que cuando compra su etiqueta, la experiencia es única”. La directora de relaciones corporativas para Diageo, Marguerite Cremin, explica que la república, la adulteración de bebidas alcohólicas no es un gran problema. En cambio, el contrabando sí lo es, ya que representa cerca del 65% de casos de mercado ilícito de este producto. Durante el año pasado, unos 150 casos relacionados con operaciones ilícitas de bebidas alcohólicas llegaron a la Procuraduría Especializada de Crímenes y Delitos contra la Salud, según calcula su titular Rafael Brito. Este fiscal lamenta que los actores judiciales que tratan estos crímenes no ven su gravedad. Y aunque no existen estadísticas nacionales, manifiesta que otros países cercanos ya han contabilizado muertes a causa de bebidas, primordialmente adulteradas: “Hay fiscales que dicen ‘esos son intereses de las empresas, un problema de competencia’. Ellos no saben que probablemente de manera silente se esté matando más gente con esta situación…”, resalta. La consultora Chavarría insiste en que hace falta concienciar al consumidor acerca de que comprar en contrabando es ser parte del crimen: “Que en lugar de ver eso como astucia, debes asumir que estás formando parte de una cadena, que estás cometiendo un delito”.

 

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