Por Raciel Sosa* La base de una buena comunicación se construye a partir de que la persona que va a comunicar, primero de manera interna, tiene claros los mensajes que quiere dar; es decir, si el comunicador no se ha preguntado primero a él mismo lo que necesita y lo que quiere lograr de forma clara y ordenada, para definir después su planteamiento y mensajes, se expresará de manera desordenada frente a su audiencia. Por lo que el primer paso consiste en que nos sentemos a ordenar nuestras ideas, eliminar lo que no es relevante y trabajar en una estructura clara, en función del resultado que queremos obtener con esa comunicación; cuáles son los mensajes clave que vamos a dar y cuáles son los motivadores o razones por lo que lo queremos hacer. Una persona que se comunica bien consigo misma, está lista para aprender a hacerlo con su audiencia. Cómo convertirte en un gran comunicador Primero que nada, debemos desechar la idea de “Yo no nací para esto” …, es importante evitar la negación. Si yo tuviera que desarrollar a un líder en esta materia, primeramente, le recomendaría tomar clases de declamación. La declamación te permite leer y memorizar poemas que están bien escritos, que tienen una métrica, que riman … Al memorizar, empiezas a ordenar tus ideas. En este sentido, el modelaje es justamente confiar en alguien que lo hace bien. Posteriormente, hay que declamarlo, decirlo. Y para decirlo bien, tienes que sentirlo y para demostrar que lo sientes, tienes que aprender a matizar la voz y tienes que hacer inflexiones. Cuando tienes esos elementos en tu mano tienes orden mental y la capacidad de dar el mensaje de forma emocional, lo cual genera un impacto inspiracional en las personas que te están escuchando. Ése sería el primer paso antes de tomar clases de oratoria, ya que la oratoria tiene el desafío de que no hay nada escrito. Posteriormente, hay cursos, por ejemplo, especializados para hablar en público, donde existe ya toda una metodología en cuanto a tipos de discursos se refiere: Informativos, Persuasivos, Científicos, entre otros, Y todos ellos tienen diferentes objetivos, diferentes formas o métodos y matices. Asimismo, es muy importante conocer a tu audiencia. El mensaje tiene que estar siempre adaptado a los requerimientos de la audiencia, de ahí la importancia de perfilarla, detectar sus características en base a género, edad, actividad profesional, etc., para saber el tipo de lenguaje y el tipo de ejemplos que vas a citar, y entender qué es lo que tu audiencia querría “llevarse” de tu plática. Y, por último, en aras de reforzar esta competencia, conviene buscar espacios de práctica consistente para la comunicación, como, por ejemplo, impartir clases, lo cual implicaría pararse frente a un grupo y transmitir tus mensajes, con el fin de desarrollar esta habilidad de manera natural, o crear grupos de discurso. Lenguaje corporal Lo que transmites tiene dos componentes: el verbal y el no verbal. Expertos aseguran que el lenguaje no verbal representa el 93% de la transmisión del mensaje, que tiene que ver con el poder de la voz, la inflexión y velocidad; además de tu cuerpo, cómo te mueves en un escenario, cómo mueves las manos, los gestos que articulas cuando hablas, etc. *Director General de Leadex Solutions   Contacto: Twitter: @Raciel Sosa Facebook: Raciel Sosa MX Página web: leadex.com.mx Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.