Bajo la política “compra estadounidense, contrata estadounidense”, el presidente Donald Trump ha guiado la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que involucra a México, Canadá y Estados Unidos. Con esta política, el mandatario republicano busca disminuir el déficit comercial con México en la renegociación del TLCAN. Una de las maneras de hacerlo es a través de la modificación de las reglas de origen, de acuerdo con analistas. El déficit comercial (cuando un país importa más de lo que exporta) de Estados Unidos con México se amplió de 37,145 millones de dólares (mdd) a 64,354 mdd de 2002 a 2016, según los últimos datos del Servicio Comercial del país vecino del norte. Con Canadá, el mercado estadounidense tiene un déficit de 10,958 mdd. Entre los principales productos de exportación de México a Estados Unidos se encuentra equipo de transporte (incluye vehículos de motor), que ocupa 15% de los envíos totales a ese país; seguido por productos electrónicos y computadoras, con 5%, y aceites crudos de petróleo, con 2.5%, de acuerdo con un documento del grupo financiero Monex. En la primera ronda de las renegociaciones del TLCAN, que se realizó del 16 al 20 de agosto, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, manifestó que es necesario contar con un comercio balanceado y recíproco, por lo que se busca que la industria automotriz tenga un mayor contenido regional, sobre todo para el mercado estadounidense, para lo cual las reglas de origen deberán ser revisadas. “Los representantes de EU propusieron que los productos fabricados en la región ahora incorporen un valor de contenido nacional, es decir, que se defina qué porcentaje provendrá de EU, cuál de Canadá y cuál de México. Actualmente, no existe ningún tratado comercial en el mundo que haga este tipo de especificaciones, debido a que se entorpece la cadena de valor y los procesos productivos se hacen más ineficientes al intentar definir el origen y composición de cada una de las partes que forman el producto”, indica Monex. El 17 de julio de este año, la administración estadounidense de Donald Trump publicó un sumario de los objetivos de la renegociación del acuerdo comercial, en el que se incluye el siguiente punto: actualizar y fortalecer las normas de origen, según sea necesario, para asegurar que los beneficios del acuerdo comercial vayan hacia productos hechos genuinamente en los Estados Unidos y América del Norte. ¿A qué se refieren con las reglas de origen? Monex define en su análisis que los productos que ingresan a algunos de los tres países que conforman el TLCAN tienen ciertos derechos y cuotas preferenciales por sobre los bienes procedentes de otras naciones con los que no se cuenta con un acuerdo comercial. “Las normas de origen son los criterios necesarios para determinar la procedencia nacional de un producto. Su importancia se explica porque los derechos y las restricciones aplicadas a la importación pueden variar según el origen de los productos importados”, de acuerdo con la definición de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Se trata de seis criterios que deben cumplir los países. El primero es que un bien sea obtenido o producido en su totalidad en el territorio de una o más de las partes miembro de un tratado. Te recomendamos: Asia, la verdadera ‘preocupación’ de la industria textil mexicana Segundo criterio: cada uno de los materiales no originarios que se ocupen en la fabricación de algún producto y sufra uno de los cambios de clasificación arancelaria dispuestos en las reglas de origen específicas como resultado de que la producción se haya realizado enteramente en el territorio de una o más de las partes; tercero: el bien es producido enteramente en el territorio de una o más de las partes involucradas en el acuerdo comercial a partir de materiales originarios de la región; cuarto: éste está relacionado con el grado de integración, que mide porcentualmente el valor de los insumos originarios que están en un producto final. El quinto criterio está relacionado con los bienes de procesamiento automático de datos y sus partes, en tanto que la última regla está dirigida a productos agropecuarios. Sobre el fortalecimiento de las reglas de origen y su impacto en la industria automotriz, Juan Francisco Torres Landa, director del despacho internacional Hogan Lovells, señaló que, para generar la mayor cantidad de eficiencias en el sector en la región, es necesario que no existan preferencias por nacionalidad. “Los negocios no funcionan con imposiciones, sino con criterios de efectividad y de eficiencia. El propósito fundamental de un tratado comercial es lograr la mayor cantidad de eficiencias, mejora en competitividad y la reducción en precios”, comentó el especialista. Uno de los sectores que están en el foco de Trump por el tema de las reglas de origen es el automotriz, por la gran cantidad de componentes que integran un vehículo y que dan trabajo a miles de personas. Según el gobierno de Estados Unidos, en la medida que EU participa con menos componentes de autos en su fabricación menos capacidad de generar empleos y negocios tiene el país. En la actualidad, la principal región de destino de las exportaciones de autos en México la integran los países TLCAN, con 85.2% del total enviado al extranjero, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (Amia). De enero a julio de este año, México exportó 1.7 millones de vehículos, de los cuales 76.4% fue para Estados Unidos, 8.7% para Canadá, 7.3% al mercado latinoamericano, 4.7% para Europa, 1.1% para Asia, 0.04% para África y el resto se destinó a mercados de menor tamaño. Sale más barato producir en México Según un documento de KPMG , los costos de producción automotriz en el territorio mexicano son 12.3% menores que en Estados Unidos, 8.6% más bajos que en Japón y 4.6% más que Canadá. En el sumario de los objetivos de la renegociación del TLCAN se menciona que se han registrado beneficios, pero también se han creado problemas para los trabajadores estadounidenses. “Desde que el acuerdo entró en 1994, el déficit comercial ha explotado, miles de fábricas han cerrado y millones de americanos se han encontrado varados, sin capacidad de utilizar las habilidades para las cuales fueron entrenados”, indica el documento propuesto por el gobierno de Trump. Se espera que la próxima ronda de las negociaciones del TLCAN se realice del 1 al 5 de septiembre de este año. Los estadounidenses no quieren pagar más Para 32% de los estadounidenses es muy importante que los productos sean hechos en su país, mientras que para 38% es “algo importante”, sin embargo, el 37% no pagaría más por un bien “Made in USA”. Lo anterior de acuerdo con una encuesta de Reuters/Ipsos, realizada a 2,857 adultos mayores de 18 años en Estados Unidos. Mientras que 37% de los encuestados no daría un peso más por un producto hecho en Estados Unidos, el 26% dijo que pagaría 5% más; en tanto que 4% señaló que pagaría el 100% más del costo extra. Por otra parte, 31% considera que el mercado estadounidense tiene la mayor calidad en producción de autos, el 23% opina que Alemania, el 22% cree que Japón y el 0% consideró a México.

 

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