En el mundo laboral actual, donde todo cambia rápidamente gracias a la tecnología y nuevas formas de trabajar, algo sorprendente está sucediendo: personas de todas las edades están colaborando en los equipos, incluyendo la Generación Silver, como también se conoce a aquellas que tienen 55 años en adelante. Y digo sorprendente porque a veces pensamos que a esa edad las personas se están retirando, pero eso ya no es del todo cierto. Muchas personas mayores están cambiando de dirección, explorando nuevos trabajos y se están preparando aún más para ser competitivos en el mercado laboral.
Lo anterior se suma a algunos cambios en la sociedad y en la cultura: las personas viven con más conciencia, tienen vidas más saludables, por lo que están viviendo más tiempo y teniendo cada vez menos hijos, reduciendo la oferta de talento jóven para trabajar. Esto genera una grave escasez y una menor participación en la fuerza laboral de las nuevas generaciones.
Para enfrentar este desafío, las empresas están buscando maneras de aprovechar a todas las generaciones de trabajadores y las personas mayores son una gran opción, ya cuentan con experiencia y contribuyen para hacer la diferencia. Esto último afirma un estudio de Manpower, que encontró que el 19% de los reclutadores están en la búsqueda de personas jubiladas que quieran reinsertarse en el mercado laboral.
El mismo estudio estima que para 2030, la carencia de trabajadores podría ascender a 85 millones, un desafío que exige soluciones eficaces. También afirma que la transformación digital está impulsando a los empleadores a encontrar formas creativas de cubrir puestos de habilidades medias y altas. Como resultado, el 50% de los trabajadores deberán volver a capacitarse en nuevas tecnologías, otro testimonio de la necesidad de abrazar la innovación y la formación continua.
Frente a esta situación actual del mercado laboral, encontramos que en las empresas conviven diferentes tipos de generaciones: baby boomers, la generación X, los millennials, generación Z, todos con sus áreas de conocimiento y su forma de realizar tareas y liderar. La suma de sus capacidades y el aporte de diferentes visiones enriquece la comprensión del mercado y desafía la competitividad.
El desafío para quienes lideran equipos multigeneracionales es no caer en la opción simplista de gestionar de la misma manera a todos los trabajadores. Cada generación tiene sus propias características a la hora de desenvolverse en una empresa. Y esas características vienen dadas por el contexto en el cual crecieron, lo cual puede traer conflictos si no se sabe gestionar correctamente a los equipos multigeneracionales.
Retener el conocimiento entre generaciones
Los empleados más próximos a jubilarse tienen muchos años de experiencia laboral, un amplio conocimiento del puesto de trabajo y una profunda comprensión de las expectativas de la compañía respecto al manejo de los negocios; por esto, se los toma como recurso valioso y como formadores o tutores para los nuevos elementos. Estos conocimientos y experiencias son necesarios para las compañías y deberían ser transferidas a las diferentes generaciones que conviven en las organizaciones.
Es importante plantear algún sistema de aprendizaje intergeneracional para poder transmitir conocimientos, habilidades, destrezas y experiencias de cada uno de estos grupos que pertenecen a diferentes generaciones. Esto mejora el entendimiento, la tolerancia y la transmisión cultural dentro de la compañía.
Teniendo un plan de formación y trazando estrategias para una buena interacción entre empleados de diferentes generaciones, se puede lograr:
- Mejorar la agilidad y adaptación a la digitalización del grupo. Los millennials y especialmente los centennials dominan las nuevas tecnologías y facilitan la implementación en las organizaciones.
- Desarrollar la creatividad e ideas nuevas. La diversidad de experiencias y puntos de vista de las distintas generaciones brinda soluciones innovadoras y un pensamiento más creativo.
- Reformular las formas de trabajar. Parte del enriquecimiento que da tener varios puntos de vista, es que se pueden incentivar procesos más eficaces.
- Transmitir conocimiento. Los trabajadores con más años de experiencia tienen no solo conocimientos técnicos, también empíricos que ayudan a las generaciones de relevo en sus aprendizajes.
En vista de estos desafíos, desde Recursos Humanos deben incorporar la gestión de equipos multigeneracionales en las estrategias empresariales. Como mencioné anteriormente, cada generación tiene habilidades, prioridades, motivaciones y perspectivas de vida distintas. Cuando miembros más experimentados y jóvenes trabajan juntos, es posible que surjan resistencias hacia la visión y métodos de trabajo de unos y otros.
Pero, con una buena gestión, un grupo con integrantes de diferentes edades ofrece grandes oportunidades para que las empresas aprovechen los beneficios de la diversidad etaria en la cultura de la organización.
Y no solo hay que pensar en gestionar equipos de diferentes generaciones para incrementar las mejoras internas y de productividad de una empresa. La realidad es que también impacta en la búsqueda laboral. Según una encuesta de Glassdoor, el 67% de las personas que solicitan un empleo consideran que la diversidad laboral es un factor importante al evaluar sus oportunidades dentro de una empresa.
Desde mi punto de vista, esto está relacionado a que cuando combinamos diferentes experiencias y formas de ver las cosas, podemos impulsar nuevas ideas e incluso ser más eficientes en nuestro trabajo.
* Lucas Mailland es un emprendedor argentino, fundador de Fichap, finalista en el Entrepreneurship World Cup (EWC).
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