Justo en el momento en que el invierno está por comenzar en México, existe un alza en la cifra de contagios y hospitalizados en algunos estados del país, lo cual de nueva cuenta ha llevado a que se cuestione la estrategia del Gobierno Federal y los gobiernos locales en materia sanitaria.
A pesar del momento apremiante en materia de salud, para el presidente de la República y los 32 gobiernos locales, el tema de la pandemia pasó a un segundo plano y en su lugar, se colocó como prioridad la elección intermedia del próximo junio del 2021.
El desinterés de las autoridades, ha llevado a que en este momento la estrategia contra la pandemia sea esperar una vacuna y justificarse en pretextos que se han repetido con mayor insistencia por parte de los distintos actores políticos.
En el tema de vacunación y la eficacia que se pueda tener, la estrategia resulta en una apuesta arriesgada, ya que se depende de otros para poder tener éxito sanitario en el mediano plazo, a la par que se desconocen los efectos secundarios inherentes a todo proceso de vacunación.
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En lo referente a los pretextos, en el caso del gobierno Federal, se ha insistido en que las anteriores administraciones heredaron un sistema de salud debilitado, con carencias de todo tipo y con problemas de corrupción.
Aunque la excusa debe ser tomada como cierta debido al mal manejo en materia de salud por parte del equipo de Enrique Peña, Felipe Calderón y Vicente Fox, el presidente hoy también es víctima del mal manejo de su equipo, así como de afirmaciones sin sentido hechas al principio de su administración.
El 3 de enero de 2019, mencionó que le tomaría dos años convertir el sistema de salud mexicano actual en uno muy parecido al que existe en Canadá, por lo que si tomamos como referencia el día en que se hizo la declaración, la fecha para alcanzar ese objetivo tendría que ser a principios del año 2021.
Si su administración es tan eficiente en el gasto en materia de salud, tal como ha ocurrido con la refinería de Dos Bocas, para el mes de mayo de 2020 (mes más complicado en temas de pandemia para México), el proyecto de salud de la actual administración estaría al 60% para poder ser comparado con el canadiense, tal como el mismo presidente prometió.
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Para el mes de mayo de 2020, el sistema de salud mexicano era tan malo como el heredado por anteriores administraciones, ya que no sólo se observó una saturación hospitalaria, sino también, la incapacidad del Estado mexicano para hacer frente a otros problemas sanitarios como el cáncer o la correcta distribución de medicamentos a enfermos crónicos.
La actual administración puede seguir repitiendo la excusa de que no tenía herramientas adecuadas para hacer frente a la crisis sanitaria, lo cual es cierto, pero con la característica de que el equipo de Andrés Manuel tampoco hizo nada para cambiar la situación.
En lo que se refiere a la sociedad, la excusa empleada es la de no entender las señales que el Gobierno Federal y las autoridades locales emiten sobre usar o no cubre bocas, así como la necesidad de quedarse en casa por más tiempo.
Es difícil en una economía informal como la mexicana, poder mantener aislada a la mayor parte de la población, ya que eso significa privarla de un ingreso y, por ende, la posibilidad de acceder a alimentos y el pago de una vivienda.
Por tanto, es justificable la movilidad en sectores informales de la población, pero no así, las reuniones familiares, eventos religiosos, celebraciones y cualquier actividad no esencial.
Al día de hoy, una familia mexicana utiliza como pretexto la confusión que genera el Gobierno Federal al emitir información para poder justificar la realización de un evento, el cual podía esperar unos meses para su celebración.
Por tanto, la sociedad mexicana ha entrado en un escenario en el cual culpa al Gobierno Federal y local del alza en los contagios, sin darse cuenta de que su comportamiento está llevando a un nuevo pico en materia de nuevos enfermos y hospitalización.
La falta de interés en el tema por parte de los políticos mexicanos, combinado con la irresponsabilidad de la sociedad, llevará a nuevas cifras récord en materia de contagios y hospitalización, pero con la característica de que ninguno de los dos grupos reconoce la parte de culpa que les corresponde, lo cual llevará a una crisis sanitaria que puede durar casi todo el 2021.
Contacto:
Twitter: @edmar_lezama
Instagram: edmar_lezama
Correo: [email protected]
El autor es Docente de economía en la UNAM, coordinador del Programa Único de Especializaciones en Economía (Posgrado, UNAM). Corredor y fotógrafo amateur en los ratos libres.*
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
