Prácticamente sin darnos cuenta, todos los días sumamos un poco más de dióxido de carbono (CO2) al medio ambiente, hecho al que también se le conoce como huella de carbono, y aunque algunas son más generosas que otras, no es lo mismo las emisiones que liberamos al caminar comparadas a las de un vehículo todoterreno que funciona con gasolina. Consciente de esto, la Industria Mexicana de Coca-Cola lleva tiempo emprendiendo acciones específicas para mitigar este impacto. En este sentido, la Compañía busca reducir sensiblemente las emisiones al medio ambiente y el CO2, mediante el uso de calderas y motores más eficientes, así como con el aprovechamiento de la iluminación natural, el uso de focos LED y el aislamiento de tuberías en sus plantas embotelladoras, entre muchas más acciones. Un ejemplo claro de esto se encuentra justo en el área de transporte y distribución de Coca-Cola, ya que su sistema se encuentra integrado al programa Transporte Limpio, una iniciativa de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), con el apoyo de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), que se encarga de implementar estrategias, tecnologías, capacitación y planes de acción enfocados en una movilidad más eficiente, segura y sustentable. Así, la Compañía de bebidas introdujo vehículos eléctricos a su flotilla, con el objetivo de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, mediante la incorporación de autos 100% eléctricos capaces de recargarse totalmente en hasta diez horas. Además, incorporó equipos que usan CO2 como refrigerante natural para evitar en un 99% las emisiones directas de gases de efecto invernadero (GEI), siendo pioneros en el impulso de acciones que generaron un ahorro de más de 60 millones de kWh tan sólo en 2016. En contexto, esta cantidad de energía ahorrada equivale al consumo total de la electricidad que usan 4,461 casas por un año. Los resultados de estas acciones son evidentes y ya han comenzado a rendir frutos, ya que tan sólo en 2016, el 31% de la electricidad que la compañía emplea en sus plantas, provino de fuentes de energía renovables (5% más que en 2015), reiterando su compromiso con el cuidado al medio ambiente. Gracias a esto, Coca-Cola en México obtuvo en 2016 el mejor indicador de eficiencia energética en el sistema global de la compañía por séptimo año consecutivo, hecho que es fiel reflejo de su filosofía, como un agente comprometido con la reducción de la huella de carbono en el planeta. También puede interesarte: La Industria Mexicana reitera su compromiso por un mundo sin residuos

 

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