A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó que su reforma al sistema de pensiones contemplaría que los trabajadores recibieran el equivalente al 100% de su salario al jubilarse, en víspera de ser consignada a la Cámara de Diputados refleja que tendrían un tope.
El mandatario anunció el lunes una serie de iniciativas para reformar la Constitución que deberán aún pasar por un largo proceso legislativo, además de que no cuenta con la mayoría calificada requerida para aprobarlas.
Según el documento, las reformas al artículo 123 en materia de pensiones buscan “prevenir una crisis que padecerán las personas trabajadoras que se jubilarán con los regímenes pensionarios de 1997 y 2007” que representaron una “regresión de derechos laborales y la privatización del ahorro de los trabajadores”.
En 1997, recuerda, se cambió el sistema de manejo del Estado a uno de aportaciones definidas, capitalización individual y la administración privada de los recursos de los trabajadores del pago de las pensiones por conducto de las Afores (Administradoras de Fondos para Retiros). El sistema ha tenido varios ajustes a lo largo de los años, inclusive durante la actual administración.
La nueva propuesta busca establecer que los trabajadores con 65 años que empezaron a cotizar después de 1 de julio de 1997 conforme a la Ley del Seguro Social y las que tienen cuentas individuales del ISSSTE tengan derecho a una pensión de retiro por vejez igual a su último sueldo.
No obstante, la propuesta especifica que esa remuneración sería hasta por un monto equivalente al salario promedio registrado en el IMSS cuando la pensión que obtengan sea menor a dicho promedio. Esa cifra, según el mismo documento, es de 16,777.68 pesos de 2023 más la inflación esperada para 2024 y sería actualizada con la inflación cada año.
Unos 4.5 millones de personas reciben pensión de jubilación del IMSS en el país de unos 126 millones de habitantes, mientras que los del ISSSTE rondan los 1.3 millones.
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Pensiones tendrían capital semilla de 64,000 mdp
Para cumplir con el objetivo, la iniciativa plantea crear un “Fondo de Pensiones para el Bienestar” integrado por aportaciones del Gobierno provenientes del 75% de los recursos del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado; liquidación de algunas entidades, venta de inmuebles, deudas de otros organismos públicos por impuestos o seguridad social, así como de otras vías.
AMLO dijo que tendría un capital semilla de 64,000 millones de pesos.
Analistas advirtieron que ese monto luce escaso y que los recursos con los que operará inicialmente no son recurrentes, y no se especifica en la reforma como se financiaría posteriormente luego de agotarse las fuentes de arranque.
El documento señala que el “sistema neoliberal” que padeció México hasta 2018 condenó a generaciones futuras al acceso a los recursos, entre ellos una pensión justa por el manejo de los recursos por el sector privado y que las administradoras de fondos y aseguradoras no cumplieron con las promesas que se hicieron hace varias décadas.
La asociación que agrupa a las Afores dijo el lunes en un comunicado que analizaría la propuesta. Agregó que lograr tasas de reemplazo -nivel de pensión en comparación con los ingresos con que se realizaron las aportaciones a lo largo de la vida laboral- de 100% para trabajadores de menores ingresos es lo deseable y que una parte de ello se alcanzó con la reforma del Sistema de Ahorro para el Retiro del 2020.
“La iniciativa (…) incrementa la cantidad de trabajadores que alcanzarían tasas de reemplazo del 100% manteniendo el sistema operativo de cuentas individuales y la propiedad de los recursos de cada trabajador”, expuso.
Agregó que para quienes perciben salarios por encima del promedio la tasa de reemplazo estatutaria no alcanza el 100% y que para ello existen mecanismos de ahorro voluntario.
Con información de Reuters
