Notimex.- Prohibir los plásticos de un solo uso sólo generará confusión en los consumidores, por lo que sería mejor buscar la regulación de esos materiales, afirmó el presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Plástico, A. C. (Anipac), Aldimir Torres. En entrevista con Notimex, el directivo industrial mencionó que el consumo mundial anual de plásticos es de alrededor de 400 millones de toneladas, de las cuales 84.5% proviene del petróleo, 14.5% del reciclaje y 0.5% de biomateriales. Esto significa que sólo alrededor de dos millones de toneladas son de biomateriales. En México, el consumo por año está alrededor de siete millones de toneladas, de los que 48.7% se usa para empaque, envase y embalaje, siendo los principales productos los popotes, las bolsas, los platos y las cucharas desechables. Son 3.8 millones de toneladas de plásticos, demanda que rebasa la producción mundial de biomateriales. Te podría interesar: El plástico ‘verde’ en el futuro de la industria La industria del plástico genera el 2.8% del Producto Interno Bruto (PIB) y casi la cuarta parte del valor de la producción del sector de manufacturas, con lo que da empleo a casi un millón de personas. Después de citar los datos duros como contexto, reflexiona acerca de cómo las sociedades llegaron a la situación de irresponsabilidad en el uso de los plásticos, y refiere que por lo general cuando hablamos de ellos, de inmediato pensamos en las bolsas y en cómo afectan a las especies marinas. Enseguida se pregunta ¿quién es responsable de la bolsa tirada por todos lados? ¿La persona que la tiró, la autoridad que no recolectó o quienes la fabricaron? La respuesta llega de inmediato: los tres y deberían trabajar en consecuencia. Explicó que en Estados Unidos la multa a los ciudadanos que arrojan basura en la calle es de 900 dólares (18 mil 500 pesos), mientras que en México es de 15 mil pesos. “Pero el problema no está en las leyes, sino en su aplicación (…) Pocos, si no es que nadie, sabemos que hayan multado a alguien por tirar basura”. Comenta que los industriales, cuando ven una bolsa de plástico en la basura, “la vemos como materia prima de gran valor que está mal dispuesta, en un lugar donde no debería estar. Por eso me encantó un letrero que ví hace unas semanas en un camión: Una bolsa que dice: “No me ataques, úsame responsablemente”. También lee: Greenpeace reprueba a supermercados en México por no reducir uso de plásticos

¿Qué hace la industria?

En 2018, firmamos el Compromiso global por la nueva economía de los plásticos, derivado del Foro Económico Mundial de Nueva Delhi, donde Ellen Macarthur dijo que el mar estaba contaminado de materiales, y si no actuábamos en consecuencia, para 2050 habría más plásticos que peces en los océanos. La Anipac fue la única organización que se sumó al compromiso en ese momento, con acuerdos muy puntuales: que para 2025 cada producto de un solo uso tuviera al menos 25%de material reciclado, reciclable o reusable, para que en 2050 todo fuera material reciclado o reusado. Sin embargo, sabíamos que no bastaba con eso, por lo que nos sumamos a proyectos como “Yo limpio mi playa, mi río…”, pero son esfuerzos que no podemos realizar solos. Ese compromiso no considera la prohibición de los plásticos de un solo uso, “porque cuando tu prohíbes, te sales de la mesa de diálogo. Tienes que involucrarte como autoridad, asumir tu corresponsabilidad y sumarte al esfuerzo de los demás, así como entender que también la sociedad tiene su parte, y que los tres sectores (sociedad, industria y autoridad), tienen que trabajar unidos”. “Cuando sale el gobierno y quedan sociedad e industria, eso se convierte en anarquía; cuando como sociedad te sales o te sacan, quedan la industria y la autoridad, y eso se llama autoritarismo; y cuando sacas a la industria, como en este caso, y dejas a la sociedad y a la autoridad, se convierte en confusión. Aquí es donde estamos”. En realidad, como industriales abogamos por la regulación, más que la prohibición; que la bolsa que fabriques tenga cierta cantidad de usos, que sea reutilizable; para ello promovimos y propusimos una norma para que las bolsas tengan ciertas características y establecimos un plan de manejo de residuos y evaluamos un análisis de ciclo de vida entre las bolsas de plástico y las de papel o tela. “Tratamos de llevar esta información a la autoridad, porque tenemos que trabajar coordinadamente. No podemos seguir como estamos. El impacto es muy serio, y va más allá de que haya empresas que trabajan hoy al 10 por ciento de su capacidad, cerradas o se haya perdido un buen número de empleos. Somos conscientes de que lo más importante es la salud del planeta. Todos habitamos este planeta y nos preocupa la contaminación en bosques, ríos y en mares, pero hay que tener en cuenta que más del 90% de esa polución proviene de 10 ríos de Asia, China y de India. Ninguno de América. Ahora lee: Hallan ciervo muerto con siete kilos de plástico en el estómago

 

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