Renata Burillo quedó impresionada cuando entró a la bodega del área de restauración del Museo Franz Mayer. Claro, ella se la imaginaba con cajas arrumbadas, apiladas, totalmente oscuro y un cuarto lleno de telarañas, pero no, todo lo contrario. “Ese día quedé fascinada, conocí otro mundo y el arte se volvió una de mis pasiones”. Con el tiempo, decidió estudiar Licenciatura en Historia del Arte y viajó a Nueva York para tomar una Maestría en Negocio del Arte, y años después sería la responsable de autorizar inversiones entre los 60 y 70 MDD para operar los torneos y proyectos de Mextenis. Los tiempos cambian. -¿Dónde se sufre más, en el futbol o en el tenis?, le pregunta Forbes México a la Presidenta del Consejo de Administración de Mextenis. – Ella lanza una carcajada y dice… “definitivamente en el futbol porque tienes menos control de las cosas”. Te puede interesar: El tenis, en proceso de reinvención Su padre es Alejandro Burillo Azcárraga, dueño de Grupo Pegaso y alguna vez propietario del Atlante. “Hay mucha pasión, para bien, pero también para mal…”. Años después Alejandro se alejó del futbol y apostó muchos millones de dólares en el Abierto Mexicano de Tenis en Acapulco, Renata, su hija, siempre lo acompañó y de a poco se fue involucrando en el negocio. Mextenis dejó de ser solo la organizadora del torneo en Acapulco, ahora tiene el Abierto de Los Cabos, además de una nueva división de negocio con la firma The Greatest Match (que trajo a Roger Federer el año pasado) y hace años organizó un Challenger en la CDMX y el Abierto Mexicano de Gimnasia, ambos dejaron de hacerse por temas económicos. Una de las cosas que aprendió Renata en sus clases en Nueva York fue: “si no es negocio, no hay retorno, no es viable”. Y esa ha sido una de las políticas más importantes de su gestión: “prudencia económica y responsabilidad”.
Renata Burillo Abierto Mexicano de Tenis

Foto: Abierto Mexicano de Tenis.

Cuando regresó a México después de sus estudios, trabajó en Casa Lamm (también de la familia Burillo Azcárraga) estuvo en varios proyectos de arte independiente y de a poco se fue integrando en el negocio del Tenis. Este año cumple una década trabajando en la empresa y fue a principios de noviembre del 2015 cuando Renata llegó a su oficina y su papá, Alejandro ya la estaba esperando. Unas horas antes había recibido una carta de la ATP anunciándole que aceptaba su propuesta de comprar la franquicia del torneo de Bogotá y que veían con buenos ojos que se fuera para Los Cabos. Ese era el momento. Eso creyó Alejandro. La propuesta era la siguiente: Renata se convertía en la directora del nuevo torneo o tomaba la responsabilidad de ser la CEO de todos el proyecto de Mextenis. Desde de algunas formalidades administrativas, ella dirige una de las empresas deportivas con mayor éxito en el país. -¿Cómo defines tu liderazgo? -Creo que el arte te enseña y te hace entender que las expresiones son hechas por humanos, que plasman lo que hacen no solo por su historia personal, también por su contexto, por sus condiciones sociales, económicas y políticas. El arte es humanista y el deporte lo hacen, lo crean, lo organizan seres humanos. Entrar al negocio desde ese punto de vista me ha ayudado mucho. Además del equilibrio financiero, bajo la gestión de Renata, el torneo ha facturado más de 1,000 mdp, además en la última renovación de contrato con los principales patrocinadores, los acuerdos tuvieron un crecimiento de al menos un 6% aproximadamente. Los que trabajan con ella comentan que la mejor virtud es que sabe negociar, pero sobre todo que es “muy humana y siempre te escucha”. Por ejemplo, logró que Rafael Nadal se convirtiera (casi) en un activo del Abierto Mexicano de Tenis, está al pendiente de la nueva franquicia (Los Cabos), logró aprovechar la oportunidad y convencer a patrocinadores para que Roger Federer jugara en nuestro país. Convencer y negociar, son dos de sus pilares. “A tenistas de la altura como Nadal, Federer y Djokovic el dinero no es su principal motivo, ellos se dan el lujo de escoger otras cosas, claro, no van a venir gratis, pero la bolsa pasa a segundo término”. Y junto a su equipo (porque ella siempre habla del equipo de trabajo que tiene) han logrado convencer a los jugadores por las cualidades del torneo antes que con dinero. Renata dice que nunca se ha arrepentido en traer una jugadora o jugador. Pero claro, muchas veces tiene que acceder a cumplir las cábalas o peticiones. “Están los que te piden M&M’s azules en el cuarto, solo de ese color y no de otro; los que necesitan su carne de un lugar en específico y hay que mandarla a pedir; o quienes llevan sus propias sus almohadas. Muchas de estas peticiones son bajo contrato, si no las cumplimos no vienen”. Como se documenta en la actual edición impresa de Forbes México, la austeridad y la precaución financiera son el sello principal de su gestión. Por ejemplo, las políticas de austeridad de la administración de Andrés Manuel López Obrador, “era algo que ya venía manejando desde su campaña, si bien no sabíamos qué es lo que iba a hacer, nos fuimos preparando para lo que viniera. Ser responsable en el manejo de deuda y riesgo te da mucha flexibilidad para reaccionar en los momentos difíciles”. Renata se emociona cuando habla de arte, ahora comparte su pasión con el tenis, pero le emociona hablar del romanticismo e impresionismo alemán. Por ejemplo, uno de sus artistas favoritos es Caspar David Friedrich. Si te tomas un café con ella no lo olvides, gozarás de una gran charla…

 

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