Solemos decir “iré a la playa”, “hospedaje frente a la playa” o “la casa está al lado del mar”. Sin embargo, la Residencia El Adivino te hace expresar “estoy en una casa justo en el mar”, ya que se trata de un espacio completamente integrado con el Océano Pacífico.
La Residencia El Adivino se localiza en Bahía de Banderas, Nayarit, y es un conjunto internado en las faldas del Cerro del Mono, una formación con abundante y exótica vegetación.
Una parte de la propiedad de El Adivino está en un acantilado, lo que ofrece al visitante una vista espectacular al mar.
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La construcción y el nombre de la Residencia El Adivino estuvieron inspirados en la Pirámide del Adivino, una formación maya con templos construidos en distintos niveles, y que se localiza en la ciudad de Uxmal, en Yucatán.
La pirámide destaca en la zona arqueológica yucateca por alcanzar 32 metros de altura, algo que inspiró al despacho Rem Arquitectos para hacer una vistosa edificación en las alturas naturales de Nayarit.
A similitud de la pirámide El Adivino, el espacio nayarita Residencia El Adivino luce una textura de piedra color claro, aunque en sus interiores, este conjunto ofrece amplios y elegantes espacios.
Rem Arquitectos es una empresa mexicana fundada en Puerto Vallarta, Jalisco, en el año 2005. La firma se especializa en diseño arquitectónico y urbanismo, y ha planeado y diseñado distinguidos proyectos que van desde casas unifamiliares hasta grandes desarrollos en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas.
Comodidad en los interiores
La Residencia El Adivino se compone de cinco suites, cada una con su propia alberca. Estos cinco lugares conectados por andadores rústicos, son espacios que sorprenden a la vista, y la deleitan de forma distinta conforme el paso de las horas y el cambio en la iluminación.
En palabras de Tecilli Peña, quien intervino en el diseño de los interiores de la casa, la Residencia El Adivino ofrece “distintos ambientes en un solo día”, ya que si gozas el lugar con la luz del sol, te destellas con las enormes lajas que al interior y exterior visten los muros que alcanzan más de 4 metros de altura.
Si recorres el lugar de noche, tu mirada es atrapada por la especial iluminación que colorea las albercas ya sea de rosa o azul, mientras te impactas con visible el fondo de estas piscinas que está forrado con lajas de cantera.
Por las noches es imperdible la vista del mirador y el observatorio localizados en el espacio más alto del conjunto. Si aprovechas los bay bed recostándote, pareciera que solo estás tú como espectador, y las estrellas luciendo para ti.
Belleza en los detalles
La arquitecta Tecilli Peña Jiménez, fundadora del Tecilli Studio, tiene un diplomado en arquitectura de interiores, así como estudios en la Scuola dellárte e arrendamiento de Florencia.
Entre los proyectos que Peña Jiménez ha desarrollado destacan habitaciones muestra para los hoteles JW Marriot y para el Gran Hotel de Acapulco. También fue responsable de la intervención de interiores en diversos departamentos de Nuevo Vallarta, así como en el exclusivo Hotel Imanta Resorts de Nayarit, el vecino más cercano a la Residencia El Adivino.
En el caso de Residencia El Adivino, Tecilli Pela cuidó que el lugar tuviera algunos toques donde luciera artesanía nacional. Así, el mobiliario de las suites está acompañado de bellos trabajos hechos por manos mexicanas: piezas de cestería, cristal soplado, bordados típicos, todos propagando chispas leves de color entre elegantes muebles de parota y textil blanco.
La Residencia El Adivino es un espacio privado en el que Tecilli Peña buscó también que los propietarios sintieran que la naturaleza alrededor de la casa fuera parte del inmueble. Y superó el plan: la casa suma comodidad, elegancia, naturaleza, sencillez, el sonido de las olas, la privacidad necesaria y el deseo de quedarse ahí por siempre.
