A las autoridades mexicanas no les preocupa la posible integración de una clausula en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para limitar la capacidad de los gobiernos de las tres naciones integradas al momento de establecer parámetros del etiquetado de productos alimenticios, aseguró Alejandro Calvillo, director del Poder del Consumidor. Esta propuesta establece que no se integré ningún símbolo, forma o color que “denoté de manera inapropiada que existe un daño por el consumo de comidas o bebidas no alcohólicas”, de acuerdo con un borrador, al que tuvo acceso The New York Times. Legisladores de Estados Unidos han alertado respecto a esta cláusula y han solicitado al representante comercial de ese país dar explicaciones de esta interferencia a las políticas de salud de los países desde un tratado comercial, señaló Calvillo. El gobierno canadiense, puso en marcha una consulta pública para determinar de cuatro opciones qué tipo de empaquetado e información nutricional de los productos se debe establecer en la industria alimenticia. Pero en México aún no hay reacciones respecto a la intención del gobierno de Donald Trump. De hecho, este tipo de políticas impulsadas por organizaciones no gubernamentales y diversos institutos enfocados en la salud pública han sido bloqueados por las propias autoridades regulatorias, advirtió Calvillo en entrevista con Forbes México. “Estamos viendo que ahí viene una respuesta muy fuerte por parte de congresistas y activistas en Estados Unidos y Canadá, queremos que en México ocurra de la misma forma, pero vemos que todo mundo está inmerso en otros asuntos”, advirtió el activista que en 2016 junto con otros investigadores y científicos fueron blanco de espionaje y amenazas al impulsar el aumento de los impuestos a las bebidas azucaradas y reformas a las normas del etiquetado de los alimentos empaquetados. Le también: PGR simula investigar caso Pegasus, acusan activistas La propuesta de los activistas en pro de los derechos a la salud es que se establezca una norma en el que las etiquetas de los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas contenga información clara de su contenido calórico. “El ejemplo más importante es el de Chile, que contiene un octágono negro que dice alto en azúcar, alto en sodio o grasa, y en calorías. Un producto debería tener hasta cuatro octágonos, que son los ingredientes criterio para enfrentar la epidemia de obesidad y diabetes. Este etiquetado ha sido reconocido por la Organización Panamericana de la Salud, por la Cepal y por la OCDE”, detalló. La regulación del etiquetado de los alimentos en México, que depende de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), no está basada en recomendaciones de los institutos de sanidad, expertos en la materia o estudios con los consumidores que verifiquen que tan comprensible es para los consumidores mexicanos, aseguró el director de El Poder del Consumidor. “Todo indica que la Secretaría de Economía y la Secretaría de Salud, por lo menos durante la etapa de la administración de Mercedes Juan López, protegen los intereses de las grandes empresas”, advirtió Calvillo. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en México aproximadamente 70% de la población adulta y 34.4% de la población en edad escolar presenta exceso de peso, que representa un factor de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles.

 

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