¿Cuántas veces un universo fílmico (como se le llama ahora las franquicias) puede volver a iniciar? En un mundo donde lo más importante es la propiedad intelectual, esa, quizá, sea la pregunta más complicada de responder. Tener el “olfato” para medir el entusiasmo del público es una habilidad que va más allá de una simple sensación en el vientre o una corazonada. Hay franquicias que ni generando en taquilla cientos de millones de dólares son consideradas exitosas. Spider-Man: Un nuevo universo es la cuarta ocasión que Sony intenta construir una franquicia exitosa desde que tienen los derechos de Peter Parker en la bolsa. La primera ocasión bajo la tutela de Sam Raimi encontraron el éxito en dos entregas y sobresaturaron una tercera. Luego vino el turno de Marc Webb (de fama gracias a 500 días con ella), quien tuvo el control en dos oportunidades, sin convencer del todo a la audiencia y al estudio con The Amazing Spader-Man 1 y The Amazing Spader-Man 2. Luego decidieron ceder sus derechos (de forma parcial) a Marvel Studio, quienes coprodujeron un entusiasta héroe en Spider-Man: de regreso a casa (2017) y han aprovechado el personaje en otro par de producciones. Ante la saturación, Sony podría haber optado por dejar que Marvel agotara al personaje y sus apretadas mallas hasta tener una nueva oportunidad de empezar de cero. Sin embargo, el estudio decidió tomar otro camino creativamente, al menos, más interesante.  (Sin tomar en cuenta, claro, que hace unos meses estrenaron Venom con Tom Hardy, porque, se supone, Parker no tiene cabida en ese universo). Spider-Man: Un nuevo universo (Spider-Man: Into the Spider-Verse, 2018) no pretende reiniciar todo, al contrario, cada versión del personaje y sus posibilidades son el centro mismo de la película. El acercamiento no sorprende al notar que Phill Lord está involucrado, el guionista, director y productor es la mitad de la pareja creativa formada junto a Christopher Miller que lleva un par de años dinamitando cualquier género que se les atraviese en Hollywood (The LEGO Movie, 22 Jump Street), a menos que los despidan a mitad de producción como sucedió con Han Solo: una historia de Star Wars. La historia –firmada por Lord y dirigida por Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman– pone en foco a Miles Morales, un chico introvertido que vive en Nueva York con sus padres y tiene como orgullo a su tío Aaron. Vive idolatrando al Hombre Araña, como muchos, lo que ocasiona rencillas con su padre, celoso guardián de la ley. Un día el joven se ve enmedio de un enfrentamiento entre el superhéroe y uno de sus enemigos jurados, Kingpin, actual benefactor de un extraño experimento que amenaza con romper el espacio tiempo. Miles despierta al otro día con la cruda de saber que su momento de enfrentar grandes responsabilidades ha llegado. El esquema ideado por Lord deja un lado el esquema básico que hemos visto en la franquicia por parte de Sony hasta el momento, donde el primer episodio está dedicado a grandes rasgos a que el héroe descubra y aprenda de sus poderes. Aquí sucede también, pero gracias a la existencia de otros Hombres (y mujeres) Araña la fórmula deja una sensación de frescura. Los universos múltiples, realidades alternas y un largo etcétera siempre han funcionado para reanimar a la industria del cómic, así que era cuestión de tiempo antes de que el cine pusiera sus ojos en lo mismo y decidiera sacarle provecho. El resultado es una animación divertida (el estilo de animación recuerda a más de uno de los diseños de Lluvia de hamburguesas) sin muchos compromisos narrativos aparentes, un licuado de personajes (el Peter Parker cansado y gordo tal vez sea uno de los personajes que más empatía despierte del público este 2018) y situaciones llenas de fluidez. La propuesta de Spider-Man: Un nuevo universo es aquella de la posibilidad, en este momento la franquicia tal vez recaiga en los hombros de Miles Morales, no obstante, sólo basta meter las narices en otro universo para encontrar la manera de mantener el producto fresco en las repisas.   Contacto: Twitter: @pazespa Tumblr: pazespa Página web: Butacaancha.com Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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