Sucursales del Banco del Bienestar: solución a medias para el rezago financiero

El plan del gobierno federal para la integración financiera de los sectores rurales y más pobres del país a través del Banco del Bienestar podría resultar infructuoso, además de excesivo y “populista”, advirtió Héctor Valencia, experto en Finanzas y Catedrático de Posgrado de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC). La administración de Andrés Manuel López Obrador anunció que en 2020 se llevará a cabo la construcción de 1,350 sucursales del Banco del Bienestar con una inversión de 5,000 millones enfocados en las zonas rurales del país en donde existe un atraso de cobertura financiera. TAMBIÉN LEE: Este municipio de 27,000 personas está en el Top 10 de inclusión financiera en México El atraso en la inclusión financiera en más de 2,500 municipios del país, es resultado, según López Obrador, de la falta de dimensión social de la banca comercial. “Estamos enfrentando el problema que se dispersan los fondos, pero en estados como Chiapas, Oaxaca, Veracruz y otros estados tienen que ir a cobrar, a recibir sus ayudas, sus apoyos a sucursales bancarias que están a tres horas o a cuatro horas de donde viven. Tienen que ir, si son adultos mayores, con un acompañante; un discapacitado también, con un acompañante. Muchas veces llegan y no hay dinero en la sucursal”, aseguró. TAMBIÉN LEE: Bancampeche, el punto de referencia en programas de inclusión financiera Sin embargo, la ausencia de sucursales en algunas zonas del país no es la única razón por la que más de la mitad de la población del país no cuenta con ningún tipo de instrumento financiero, advierte el catedrático de la EBC. “Hay comunidades en el país en donde no hay bancos y por usos y costumbres la gente está más acostumbrada a trabajar en sus cajas de ahorro y cooperativas populares, lo que está tratando de hacer el nuevo gobierno es llevar directamente a Bansefi con este esquema del Banco del Bienestar y poner sucursales, Bansefi no era banca de primer piso, pero se está convirtiendo en eso”. El especialista señala que el número de sucursales que se aspira a construir es muy elevado,  porque en muchas zonas del país persiste el estigma ante la banca. “Hay una animadversión hacia los banqueros y esto (el Banco del Bienestar) podría interpretarse como el banco de López Obrador lo que podría dar un impulso a este proyecto, pero al final de cuentas lo que va a sustituir es al sistema de ahorro y crédito popular”, señaló Valencia. En México 53% de la población adulta, es decir 41.8 millones de personas de entre 18 y 70 años no tienen una cuenta de nómina, ahorro, pensión, cheques, de plazo fijo, de inversión o en la que reciban apoyos de gobierno de algún banco o institución financiera, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018 (ENIF). En julio de 2019 el Banco del Bienestar sustituyó al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) luego de una serie de reformas aprobadas en el Congreso de la Unión, que en gran medida se enfocan en acaparar los procesos de dispersión de recuerdos de programas sociales e impulsar la bancarización de los sectores de la población con rezago financiero. Además de distribuir y reportar los recursos de programas sociales de dependencias y entidades de acuerdo con la normativa aplicable, así como las reglas de operación respectivas, este Banco deberá diseñar y ejecutar programas que promuevan el ahorro, la inversión y la adopción de medidas de pago electrónicos dentro de las comunidades indígenas. Asimismo, establece que se tendrán que crear planes de ahorro y crédito, así como redes digitales, que permitan la inclusión de servicios financieros y el fomento a la captación de recursos. Antes de 2024, el Banco del Bienestar ya deberá estar operando a su máxima capacidad para dispersar los recursos de programas sociales a 20 millones de mexicanos que viven en condiciones de marginalidad, además de sectores específicos del país como migrantes e indígenas.