EFE.- Hasta 3 de cada 4 sudafricanos pudieron haber estado infectados de Covid-19 antes de la irrupción de Ómicron en noviembre de 2021, algo que podría haber contribuido a la escasa gravedad que revistió la última ola de contagios, según un estudio difundido este jueves.
El informe fue elaborado por la Unidad de Investigación en Vacunas y Enfermedades Contagiosas de la Universidad de Witwatersrand (Johannesburgo) a partir de datos recopilados en la región de Gauteng, donde están Johannesburgo y Pretoria y donde vive aproximadamente un cuarto de la población del país.
Para su confección, se recopilaron unas 7,000 muestras antes de la irrupción de Ómicron, se estudió su seropositividad (presencia de anticuerpos) y se contrastaron con los datos clínicos de los centros de salud y las cifras de exceso de mortalidad que dejó la cuarta ola en Sudáfrica en diciembre pasado.
“Los sudafricanos tenían una extensa inmunidad contra Covid-19 grave y la muerte (por la enfermedad) antes del inicio de la ola de ómicron debido a las altas infecciones durante las tres primeras olas, lo que se combinó con el despliegue de las vacunas”, señaló hoy la Universidad de Witwatersrand al dar a conocer el estudio, que se publicó también en la revista New England Journal of Medicine.
“Los hallazgos en Sudáfrica indican (…) que la inmunidad inducida por las vacunas o las infecciones pasadas en general protegió de la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte”, afirman los investigadores.
De acuerdo a este estudio, la prevalencia de la enfermedad fue especialmente notable en las áreas más densamente pobladas (que coinciden con los barrios más vulnerables). En algunos de esos puntos encontraron tasas de seropositividad de hasta el 85%.
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Los signos de infección previa también eran más frecuentes entre adultos mayores de 50 años que entre niños.
“Estos datos indican que, aunque se habían reportado menos de un millón de casos de Covid-19 para cuando el estudio de seropositividad se completó en Gauteng”, eso representaba “menos del 10%” de los 10.4 millones de personas que el estudio mostraba que habían pasado la enfermedad antes de la aparición de Ómicron.
Las conclusiones también apuntan a que el número real de muertes por Covid-19 en Sudáfrica triplicaría en realidad las casi 100,000 defunciones de las estadísticas oficiales, situando al país austral entre las naciones con mayores niveles de mortandad por el coronavirus del mundo.
Pese a esto, la ola de Ómicron se demostró mucho más leve que las anteriores y los especialistas de la Universidad de Witwatersrand consideran que la pandemia se encuentra en un “punto de giro”, incluso para los países, como Sudáfrica, en los que las tasas de vacunación aún son bajas.
De acuerdo a las cifras oficiales, hasta la fecha Sudáfrica -epicentro de la pandemia en el continente africano- contabilizó unos 3,7 millones de contagios, con casi 100,000 muertes, y solo un 29% de la población tiene la pauta de vacunación completa.
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