- Intención. Debe existir una intención positiva de todos los miembros de un equipo; la intención es el primer aliciente para construir confianza.
- Respeto mutuo. Hay que crear un entorno de respeto mutuo. Si haces un orificio al entorno del respeto, intoxicas toda la relación.
- Propósito mutuo. Clarificar y enunciar un propósito en común que se da cuando tenemos claro que todos queremos lograr el mismo objetivo, y que conocemos los parámetros de medición, en términos de calidad, cantidad, tiempo y costo.
¿Tienes confianza total en tu equipo de trabajo?
Antes el control era suficiente para mantener a un equipo cohesionado. Hoy las nuevas generaciones buscan otros elementos y la confianza es un factor fundamental para lograrlo.
Por Raciel Sosa*
Si queremos que nuestro equipo de trabajo sea exitoso, debe haber un objetivo en común, donde los integrantes tengan una misma visión respecto a lo que tienen que lograr y los roles estén perfectamente definidos. Y para lograr las metas existen diferentes procesos y herramientas.
Bajo una misma visión de ganar ganar, un equipo de trabajo consigue cohesionarse obteniendo un beneficio mutuo y una relación a largo plazo. En este contexto, la confianza juega un papel relevante, ya que la confianza es precisamente el elemento que une una persona con otra. Sin confianza no hay cohesión y sin cohesión no hay equipo.
En este sentido, el “papá” de la confianza es la confiabilidad, por lo que a nivel interno si me asignan un rol, lo voy a desempeñar con esa confianza de crear el fenómeno de la confiabilidad entre mis compañeros de trabajo. Y a nivel externo, genera lealtad por parte del cliente.
Lo que se necesita para generar un ambiente de confianza.