Por Ana Pazos*

Por otro lado, un estudio de Harvard Business School encontró que la presión que las mujeres ejercen sobre ellas mismas para equilibrar el trabajo y la familia les causa un significativo estrés, y que la mayoría de los hombres esperaban que sus parejas asumieran la responsabilidad principal en el cuidado de los niños, lo cual sí ocurrió en más del 70% de los casos.

Hoy en día existe una enorme presión sobre las mujeres: ser profesionistas exitosas, buenas madres y excelentes parejas. Hay hay momentos en los que sentimos que el trabajo ocupa toda nuestra vida y que no nos queda tiempo ni de tomar un respiro, por lo que muchas veces terminamos el día ansiosas, estresadas e irritadas; y cuando por fin llega el fin de semana, ni siquiera logramos desconectarnos del todo cuando escuchamos el sonido que nos indica que tenemos correo electrónico nuevo. 

¡Es demasiado! ¿Cómo podemos enfrentar esto? ¿Qué debemos hacer para sentirnos más satisfechas? 

El primer paso es determinar cuál es tu propósito de vida; Bertrand Russel, el gran filósofo y escritor británico no lo pudo decir más claro: “Vivir como uno desee: sólo eso merece llamarse éxito”. 

 Las mujeres sentimos la obligación de ser exitosas en nuestra vida personal, profesional, relaciones (hijos, pareja) y en las actividades que nos generan calidad de vida. Mientras más satisfacción obtengamos en cada una de estas áreas, alcanzamos un equilibrio y nos sentimos más felices y productivas; ser la Directora General de una empresa exitosa con un salario altísimo no garantiza ni nuestro bienestar, ni nuestra felicidad, si las otras áreas de la vida no nos dan satisfacción.

Hace un tiempo y después de muchos años dirigiendo algunas empresas, tomé la decisión de retirarme temporalmente de la vida profesional para buscar el tan deseado balance en mi vida. No fue una tarea fácil. Fue un parteaguas doloroso al principio, porque al darme el lujo de renunciar a mi trabajo, me sentía perdida, no tenía mis propios ingresos y tampoco un objetivo claro de lo que quería hacer. Y dentro de mi proceso de búsqueda, encontré la metodología del Coaching, y me di cuenta de que es una herramienta poderosísima para tener claridad y entender que mi desafío como mujer es diseñar mi plan de vida de acuerdo a mis prioridades. Gracias a eso me di cuenta que sí era posible rediseñar mi vida.

¿El balance entre el trabajo y la vida personal es un sueño imposible?

Sí, el balance total es imposible, ya que siempre tendremos el desafío de elegir prioridades. Sin embargo, con una buena organización es posible lograr un equilibrio que nos haga sentir más felices y satisfechas en todas las áreas de nuestra vida.

En este tenor, debemos llevar a cabo un plan de acción para nuestra vida personal, similar al que utilizamos para lograr nuestros objetivos profesionales. ¿Cómo? Con nuestra agenda. Tener una agenda semanal para la parte no profesional de nuestra vida debe ser tan importante como nuestra agenda corporativa.

 Una agenda semanal poderosa debe tener espacio para el trabajo, la vida familiar, de pareja, social y personal con el objetivo de establecer metas, fechas y horas para lograr un conjunto de acciones que te acercarán a una vida en equilibrio.

Así que antes de empezar tu nueva agenda, hazte las siguientes preguntas para entender hacia dónde quieres ir: 

  • ¿Qué me gustaría hacer para tener una vida más equilibrada?
  • ¿Qué te limita para lograr lo que quieres?
  • ¿Qué quieres hacer para vivir más satisfecha?
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Un plan de vida equilibrada requiere disciplina, planificación, ejecución y revisión. Estos son mis 4 consejos básicos para encontrar el equilibrio:

  1. Manejar el tiempo Aprender a separar y manejar el tiempo de cada área importante. Se debe apartar un espacio en la agenda para cada evento que nos brinde calidad de vida, esa disciplina te asegurará más bienestar personal y un buen resultado en tus proyectos.
  2. Decidir dónde están las prioridades Manejar el tiempo ayuda a programar cada actividad, pero también hay que asegurarse de cumplirlas y tomarlas tan en serio las actividades personales como las profesionales, porque si le damos prioridad al trabajo, otra vez, volveremos al desequilibrio.
  3. Decir “no” a la procrastinación Dejar para después siempre es el camino más rápido para perder nuestra calidad de vida, por lo que debemos colocarnos metas realistas y premiarnos cada vez que logremos alguna en el tiempo establecido
  4. Eliminar las distracciones Definamos distracciones a todo lo que nos quite tiempo de calidad. Minimizarlas evita que hagamos cosas de trabajo en horas destinadas para hacer cosas personales que también son importantes. Desactivar las notificaciones del celular, evitar las redes sociales y alejarse de las personas tóxicas que no llevan a nada es un primer paso.

Tu agenda semanal te ayudará para que pongas fecha y hora a toto lo importante. Ten presente que lo que no agendes, no va a pasar.

Cierra 2019 de la mejor manera posible y empieza a rediseñar la manera en la que quieres vivir. 

 

Contacto:

Facebook: Ana Pazos Life Coach

Correo: [email protected]

Web: www.anapazoslifecoach.com

 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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