Tu TV es uno de los nuevos objetivos (y puerta) para los hackers
Los cibercriminales requieren información capaz de ser vendida, de datos para extorsionar, de equipos para secuestrar o de capacidad de procesamiento para utilizar. Los Smart TV cuentan con estas características, lo que los vuelve un blanco atractivo.
Los cibercriminales persiguen un claro objetivo con sus campañas maliciosas: la generación de dinero. Es decir, requieren de información capaz de ser vendida, de datos para extorsionar, de equipos para secuestrar o de capacidad de procesamiento para utilizar. Los televisores inteligentes cuentan con todas las características mencionadas anteriormente, lo que los vuelve un blanco atractivo para comprometer.
Según la compañía de seguridad digital ESET Latinoamérica, a medida que adquieren mayores funcionalidades, la cantidad y la sensibilidad de los datos que manejan es cada vez más relevante para el mundo del cibercrimen. Cuanto más usuarios adquieren esta tecnología, mayor es el incentivo que encuentran los cibercriminales para diseñar nuevas formas de aventajar la diversidad que el ecosistema de Internet de las Cosas propone en la actualidad.
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Sin embargo estos productos también son focos importantes de cuidado tanto para el usuario como de interés para los cibercrimninales.
“Obviamente hay riesgos y existen más cuando se trata de dispositivos conectados que tienen cámaras como el caso de nuestras computadoras, de nuestras tabletas, de ahora las Smart TV que incluso podemos controlar con gestos o con movimientos. Todo esto se puede convertir en focos importantísimos de atención en donde nos pueden estar espiando por precisamente no tener las medidas adecuadas”, dice a Forbes México, Rolando Alamilla, analista de The Competitive Intelligence Unit.
Con sus pantallas de alta resolución, cámaras, micrófonos y novedosas interfaces orientadas a la experiencia de usuario, estos televisores ya forman parte de un gran porcentaje de hogares. Tanto así que, según Statista, en 2018 se vendieron más de 114 millones de televisores inteligentes alrededor del mundo.
De acuerdo a la firma británica IHS Markit, este volumen representaría el 70% de todos los televisores vendidos durante ese año. Ese mercado se ha convertido un diverso ecosistema de fabricantes de hardware y proveedores de sistemas operativos y aplicativos.
“Cuando vemos el reporte de market share conducido por IHS Markit, no debería sorprendernos que Android TV sea actualmente el sistema operativo para televisores inteligentes más popular, incluyendo las implementaciones puras de Android TV y aquellas modificadas por muchos fabricantes chinos. Por su parte, Tizen de Samsung y WebOS de LG ocuparon el segundo y tercer puesto en la lista de sistemas operativos con mayor segmento de mercado”, señala ESET.
La firma señala que la utilización de ambientes y de sistemas operativos como el basado en Android resulta más amable para los delincuentes efectuar un ataque.
“El hecho de que la mayoría de los televisores inteligentes corran hoy alguna distribución basada en Android implica la conformación de un ambiente donde es más sencillo para los atacantes generar códigos maliciosos capaces de afectar equipos de un diverso abanico de fabricantes, facilitando la transición del malware que actualmente existe para plataformas móviles a sistemas operativos para televisores.”, dice Denise Giusto Bilic, especialista en seguridad informática de ESET Latinoamérica.
Un punto que Rolando Alamilla resalta relevante es que los usuarios de este tipo de productos deben estar conscientes también de qué tipo de contenido consultan y no necesariamente culpar a la tecnología.
“El problema viene cuando la Smart TV la utilizamos para ver piratería. Aquí creo que si vale la pena decirle al usuario que sea consciente de lo que está haciendo porque ahí la vulnerabilidad es mayor y ahí no hay exigirle a alguien. Como usuarios también hay que estar conscientes que es un problema bastante fuerte que hoy enfrentamos en proteger nuestra identidad digital. Ya somos parte de este mundo”, señala el analista.