Notimex. – La Zona Económica Especial de Yucatán (ZEE), la cual deberá consolidarse, antes de que termine la actual administración federal, traería inversiones por más de 2,000 millones de dólares en el mediano plazo y se crearían más de 30,000 nuevos empleos durante los próximos años. Una vez consolidada la ZEE de Yucatán será sin duda un detonante del desarrollo económico y tecnológico de la región sureste del país, dijo Gerardo Gutiérrez Candiani, titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales. “Un dato importante es que se trataría de empleos bien pagados, pues el capital humano que requiere específicamente la ZEE yucateca estará relacionado principalmente con el desarrollo de innovación y nuevas tecnologías, lo que demandará una gran cantidad de recursos humanos especializados”, comentó Gutiérrez Candiani. Explicó que la ZEE es un área delimitada geográficamente, a través de un gran terreno polígono ampliado; en el caso de Yucatán tenemos 1,700 hectáreas que conforman ese polígono. También puedes leer: Zonas Económicas Especiales: un intento de llevar la industria al sur En esta área hay dos tipos de secciones, una que es pública que en el caso de la ZEE ahí se edificará un parque industrial que abarcaría unas 320 hectáreas y que está destinada a la instalación de pequeñas y medianas empresas. En la otra sección se destinará para la instalación de una “empresa ancla”, que es la que haría la inversión más fuerte. La ZEE de esta entidad se instalará en un terreno ubicado en las inmediaciones del puerto de Progreso, el más importante de Yucatán. Para instalarse en ambas áreas es necesario cumplir con ciertos requisitos, en el caso de la tierra federal concesionada habrá un concurso público en donde se buscará que venga gente con experiencia en el desarrollo de zonas económicas especiales a nivel mundial que se puedan asociar con empresarios locales. Estas empresas deberán cumplir con compromisos en inversión para infraestructura, en capital humano, promoción internacional, entre otros. En el caso de la empresa ancla, se busca que sea una firma grande que garantice cierto nivel de inversión, así como la generación de una buena cantidad de empleos, y en el caso de todas las empresas que se instalarían la idea es que desarrollen su cadena de valor y que se “clustericen”. “También es muy importante que las empresas que van a instalarse tengan un compromiso claro con el estado, en este caso con Yucatán, en el sentido de que hará compras en el mercado local, consolidar transferencias de tecnología y desarrollo de proveeduría local”, abundó. A cambio las empresas que deseen instalarse recibirán un paquete de incentivos fiscales calificados como “históricos” como un régimen aduanero especial, ventanillas con procesos regulatorios para facilitar permisos, así como deducciones créditos fiscales y estímulos para quienes inviertan en innovación durante ocho años, entre otras muchas ventajas. De igual modo, podrá deducirse hasta en un 50% la inversión que se haga en capacitación, así como beneficios por la exención de pagos de impuestos por usufructo de tierras federales, entre otros muchos beneficios. “Por ello, se espera que en un transcurso de 15 años las ZEE, incluida la de Yucatán, se conviertan en auténticos polos de desarrollo y de creación de nuevas cadenas productivas y fuentes de empleo que dinamicen la actividad económica y por ende generen mayores oportunidades de crecimiento para las y los mexicanos”, finalizó.

 

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