Una iniciativa del congreso italiano busca obligar a Google a pagar más impuestos, lo que ha desatado una nueva fase de la guerra de Europa contra el gigante de las búsquedas por internet. ¿Se acabó la fiesta?       Por Paola Sandoval, desde París   Google: ¿Felices Fiestas? Italia acaba de lanzar una medida que debería obligar al gigante web de Estados Unidos a pagar más impuestos al Estado italiano. Se trata de un episodio más en la tumultuosa relación entre Google y Europa. Diputados italianos votaron el viernes pasado una medida para obligar al motor de búsqueda estadounidense y otros gigantes de la web para vender sus espacios publicitarios a través de intermediarios italianos. Con el apoyo del gobierno de Enrico Letta, el “impuesto Google ” entrará en vigor el 1 de enero 2014. El propósito de declarar esta medida es aumentar el monto de los impuestos pagados por las grandes compañías de Internet al Estado italiano. La mayoría de ellos utilizan la optimización fiscal con menos impuestos por el país anfitrión. Para vender publicidad en Europa, Google usa intermediarios ubicados en países con tasas impositivas mucho más bajas. La mayoría de los anunciantes que utilizan la plataforma de publicidad de Google AdWords provienen de Irlanda, la sede europea del grupo. Por tanto, las filiales europeas sólo reciben comisiones. En Francia, los ingresos por publicidad de Google serían mayores a los 1.4 mil millones de euros, según las estimaciones de VRDCI, agencia especializada en SEO. Google Francia sólo ha declarado 193 millones de euros (unos 264 millones de dólares) en ventas respecto al 2012, y sólo ha pagado 6.5 millones de euros (unos 8.9 millones de dólares) de impuestos. Analizando durante un año, a partir de noviembre de 2012 hasta noviembre 2013, la agencia VRDCI calculó originalmente unos 4.2 millones de palabras que suelen ser buscadas por los internautas franceses. Entre estas expresiones, el 3% tuvo una subasta de AdWords, es decir, se vendió a los anunciantes para mostrar un lugar destacado en los resultados y la publicidad pagada en Google por cada clic de un visitante. Con base en el volumen estimado de búsquedas de estos términos, el número de clics y su costo promedio, el estudio estima que Google genera 2.6 millones de euros en sus ingresos por publicidad diaria en Francia. El volumen de negocios total, si el mismo desglose de los ingresos que se aplica a Francia en el mundo, entonces llega a 3.9 millones de euros. Extrapolado a más de 365 días, se calcula en 1,438.9 millones de euros. El resultado es una estimación. El estudio se basa en la herramienta de publicidad costo promedio prestado por Google, que no es necesariamente el costo exacto pagado por los anunciantes finales. Por otro lado, el cálculo fue realizado por un especialista en SEO, que vende una mejor presencia en los resultados de los motores de búsqueda, sin pasar por los AdWords de plataforma de publicidad. Esta optimización fiscal es la que el gobierno francés achaca a Google y le ha valido incluso una investigación fiscal, amén de varios desplantes. El más reciente ocurrió en la primera quincena de diciembre: durante la inauguración del Instituto Cultural Google en París, a la que la Ministra de Cultura, Aurélie Filippetti, finalmente el mismo día decidió no asistir. La mayoría de los grupos de alta tecnología estadounidenses han implementado sistemas similares cuando se despliegan en el extranjero. Varios caminos están siendo explorados para llevar a cabo que los grupos de Internet paguen impuestos de acuerdo a su actividad real en los países en los que trabajan, sobre todo en el seno del Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Es contra ese sistema que quiere pelear el Parlamento italiano. El “impuesto Google” debería recoger entre 100 y 150 millones de euros al año para el gobierno, de acuerdo con el Partido Demócrata italiano, donde se originó el proyecto.   Medida “contraproductiva” Este impuesto está lejos de ser de ovación unánime. Sus críticos temen que las grandes empresas huyan de Italia. La versión italiana de la revista Wired, especializada en nuevas tecnologías y la economía digital, ha calificado la medida como “contraproductiva” y ha acusado a los diputados de haber alejado de la discusión a los representantes de los gigantes de la web. Este controvertido impuesto está sujeto también a las críticas de la Comisión Europea, que ha expresado “serias dudas” sobre él. Esto podría, de hecho, ir en contra de las reglas del mercado único y la no discriminación en vigor en Europa. Frente a estas severas críticas, el Comité de Finanzas de la Cámara de Diputados de Italia tuvo que modificar su texto varias veces, y finalmente excluir los sitios de comercio en línea de la medida. La evasión fiscal de las grandes empresas –sobre todo en el dominio digital– no es únicamente de preocupación del gobierno de Italia. Todo lo contrario: en septiembre, el G-20 se comprometió a coordinar sus esfuerzos para obligar a los grandes grupos a pagar impuestos de acuerdo con sus actividades. En Francia, el Consejo Nacional de la esfera digital se había pronunciado a favor de una iniciativa en este ámbito a nivel europeo o internacional. No obstante, la institución por el momento ha dado marcha atrás a dicha implementación de un impuesto sectorial en lo digital, por temor a ahuyentar a los grandes grupos y, en última instancia, perjudicar también a las empresas francesas del sector. Como fuere, Google no lo tiene nada fácil en Europa este 2014. Irónicamente, siendo considerando el número 1 de motor de búsqueda mundial, hoy es objeto número 1 de búsqueda: por las autoridades fiscales… ¿La vida es un boomerang?

 

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