Fotos: Shutterstock vía MJ Musi
Las pláticas continuaron, y en 1977 se organizó la primera competencia en la que participaron más de 1,000 corredores (cuando se esperaban de 200 a 300), convirtiéndolo en un éxito absoluto.
A raíz de esto, la ciudad fue bautizada como “la capital del mundo para corredores”, hecho que emocionó a la comunidad de deportistas locales e inició así una euforia por este evento al grado de convertirse en uno de los cinco más importantes del mundo.
Considerada como la carrera más rápida, en parte por su largo y plano camino, este evento es uno de los favoritos de los corredores, pues las facilidades de su terreno se convierten en el lugar ideal para romper récords personales y mundiales.
También es una de las carreras de más fama gracias a los impresionantes premios ofrecidos por los patrocinadores.
No existe una marca mínima de tiempo para poder participar, pero sólo los corredores que terminen el recorrido en 6 horas 30 minutos entran en la clasificación oficial. El límite de corredores es de 45,000, pero existen excepciones para aceptar más, siempre y cuando se trate de corredores de elite, representantes de obras de caridad y eventos con fines humanitarios.
Este año la carrera cambia de patrocinador y, por lo tanto, de nombre: Bank of America Chicago Marathon.
Punto de arranque: empieza y termina en Grant Park, cerca de la fuente de Buckingham.
Minneapolis: El más hermoso
El Twin Cities Marathon es una carrera anual realizada en el área de Minneapolis-Saint Paul. Fue calificado como “El más hermoso maratón urbano de América”. Inició en 1982 y por tradición se lleva a cabo el primer fin de semana de octubre.
Es conocido por muchos como el maratón de la familia y el evento dura todo un fin de semana en el que se llevan a cabo actividades en que los niños también pueden competir y realizar todo un programa de entrenamiento; sin embargo, es considerado como el tercero más competitivo en Estados Unidos.
Se convierte en un acontecimiento en el que la competencia es su eje, pero como visitante podrás completar la experiencia con una exposición gastronómica, cursos de salud y ejercicio, y para concluir la carrera serás parte de su tradicional Fiesta de Pasta, en que los competidores olvidan por un momento el resultado de la carrera para convivir entre ellos y con la gente que fue a apoyarlos.
El recorrido de 26.2 millas empieza cerca del HHH Metrodome, en el centro de la ciudad, y termina en el Capitolio de St. Paul. El elemento distintivo de este circuito es que su camino es plano y con extraordinarios paisajes como parques, lagos, ríos y boulevares llenos de árboles. Durante tu carrera encontrarás el apoyo de más de 250,000 espectadores.
La carrera inicia con los participantes ubicados en el Corral 1 o el Corral 2. Los del primero tendrán una ventaja de tres minutos, y para estar ahí es necesario haber corrido un maratón certificado de más de tres horas o haber clasificado para el de Boston los últimos dos años.
Berlín: Ciudad en movimiento
Participar en el Maratón de Berlín significa mucho más que correr un trayecto de 42 kilómetros al lado de los mejores atletas del mundo. La sensación de compartir el momento con los participantes, de correr a través de la Puerta de Brandeburgo y de ver a los animadores a sólo 400 metros de la meta se convierten en un momento inolvidable.
La primera carrera, en 1974, fue conquistada por el local Günter Hallas, quien confirmó que correrá en esta edición. En sus primeras ediciones se llevaba a cabo en Grunewald, un bosque al este de Berlín, y finalmente, en 1990 (un año después de la caída del muro), el trayecto se extendió a ambos lados de la capital germana, convirtiéndose en un acto simbólico que iniciara en el icono de la ciudad, la Puerta de Brandeburgo.
El recorrido es famoso por su camino plano, lo que provee a los competidores una carrera segura y disfrutable tanto para primerizos como para profesionales que buscan superar sus propias marcas.
La carrera lleva a los atletas a puntos históricos de la capital alemana, como el Reichstag, la Plaza Potsdamer y el Domo de Berlín.
El maratón es como una lección de historia moderna en que se cambian los libros de texto por un par de tenis, herramienta para poder apreciar la modernidad de la ciudad mezclada con sus edificios clásicos.
Punto de arranque: Puerta de Brandeburgo
Londres: El sueño hecho realidad
En 1979, horas antes de correr el Maratón de Nueva York, el campeón olímpico Chris Brasher escribió en un artículo para el periódico The Observer que empezaba con la siguiente reflexión: “Para creer esta historia es necesario confiar en que la raza humana puede comportarse como una familia que trabaja unida, se ríe y sueña lo imposible. El pasado domingo, en una de las ciudades más problemáticas del mundo, 11,532 hombres y mujeres de 40 países formaron una masa de gente blanca, negra y amarilla que se reía, festejaba y sufría durante este festival deportivo”, y terminaba con la siguiente pregunta: “¿Cuándo podrá ser Londres testigo de un evento así?”
Azules al frente
