El golpe de la pandemia por el Covid-19 en las finanzas, desde las personales hasta las de la economía nacional, es contundente desde hace meses. En toda conversación casual con personas carentes de empleo estable o privilegiadas con él, encontramos la preocupación sin claridad respecto de la ocupación.

La historia nos ha enseñado que las crisis pueden ser el caldo de cultivo para iniciativas y proyectos no sólo de recuperación, sino de grandes mejoras. No pocas naciones europeas de la posguerra, desde antes de la mitad del siglo pasado, así como Japón, son muestra de sus destinos transformados en claro sentido positivo, en lo individual y lo colectivo. También lo es Corea del Sur después de la división territorial impuesta por la guerra en los años 50.

Una economía tan adelgazada modifica, frustra las aspiraciones inmediatas y pone en riesgo el futuro de muchos planes. Al mismo tiempo, si la inteligencia es adaptación y la emergencia obliga a ella, existen otras opciones.

Convertir un hobbie en producto, aprovechar la tecnología para mover servicios que habrían podido quedar estancados con el confinamiento o descubrir las virtudes del trabajo desde casa son algunas situaciones que de hacerse cada vez más comunes implantan nuevas formas de crear y agregar valor. Especialmente en el privilegiado sector que puede reinventarse al tiempo que se queda en casa.

En el Consejo Ciudadano estamos convencidos de que la combinación de esfuerzos individuales, con aquellos de la sociedad civil organizada, la iniciativa privada y las autoridades, es la mejor vía para llevar a puerto seguro en medio de la desafiante incertidumbre que vivimos.

Durante la pandemia, han surgido una serie de respuestas y apoyos por parte de grupos empresariales y autoridades, como las de la Ciudad de México —que a través de la Secretaría de Desarrollo Económico, ha brindado importantes respuestas para la mejora económica de negocios en la actual contingencia—. Comerciantes de cualquier tamaño, “freelancers” y todo tipo de emprendedores están encontrando vías y ayuda para el desarrollo de sus proyectos.

El comercio electrónico y el servicio de alimentos a domicilio son sectores que han potencializado su actividad y encontrado en la actual crisis formas de crecimiento exponencial, y se alzan como ejemplo en cuanto a saber adaptarse a las circunstancias.

La reactivación económica está al alcance: si la planificación es la correcta, si el empeño se dirige de manera inteligente y si se obtiene el respaldo adecuado. No hay atajos en la crisis. La reactivación económica no depende de una sola variable y probablemente ni siquiera básicamente del actor gubernamental. Liderazgos empresariales y gobiernos innovadores con intervención ciudadana colaborativa y creativa son llamados a la escena.

Contacto:

* Salvador Guerrero Chiprés es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México

TW: @guerrerochipres

www.consejociudadanomx.org

Twitter: @elconsejomx

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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