Descanso, diversión, trabajo, negocios, motivos personales o familiares… Pese a que, históricamente, los motivos de viaje siguen siendo los mismos desde que el ser humano puede viajar, la evolución y la forma en la que lo hacemos no deja de transformarse, especialmente en tiempos como en los que vivimos, donde aspectos como las rutas, el mercado, la tecnología, pero sobre todo la relación con las aerolíneas sigue de cerca el ritmo y el pulso a los que se mueve el mundo.
En contexto, previo a la crisis de la pandemia, el mundo ya había registrado un momento histórico de vuelos, en buena medida gracias al dinamismo económico y cultural al que se suscribe la sociedad moderna. Tras este impasse, los vuelos han retomado fuerza, pero la manera en la que el ser humano viaja ha cambiado.
Esto quiere decir que valores que en otros tiempos eran un plus de exclusividad y garantías premium sólo para un microsegmento, hoy se han vuelto elementos de alta ponderación al momento de viajar: comodidad, accesibilidad, flexibilidad, pero sobre todo un sistema que brinde confianza, seguridad y lealtad.
Históricamente, la aerolínea líder de su segmento en nuestro país, Aeroméxico, ha sido pionera y su alto nombre ha sido relacionado con la innovación en cuanto a un menú aterrizado de servicios y productos asociados a sus vuelos. Hoy, la preocupación de estar al día e incluso adelantarse para estar en sintonía con aquellas cosas que solidifican la relación de un viajero con su marca de casa, se traduce en una transformación y rebranding a la marca a Aeroméxico Rewards, que lanzó en abril de este año.
Bajo el lema “Estar cerca, llegar lejos”, Aeroméxico ratifica su compromiso de hacer de un vuelo toda una experiencia inolvidable y transformadora, parte inherente de la cultura del ser humano en los tiempos que le corresponde vivir.
Aeroméxico es calidad y atención. Eleva tu experiencia de viaje y redescubre la emoción de volar.
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