Cuando hay crisis económica y política, los ciudadanos pueden pensar que el regreso al pasado es la solución. Y esto puede pasar en México o España. No importa. La amnesia es un mal que aqueja a varios pueblos.     El regreso del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República dio muestra de que un sector importante de la sociedad mexicana sufre de pérdida o debilidad notable de la memoria. En dos sexenios se han olvidado de los 71 años que gobernó el partido de Gustavo Díaz Ordaz, aquel PRI de Luis Echeverría y Carlos Salinas de Gortari. El 21 de mayo, sin embargo, se demostró que la amnesia no es un patrimonio nacional. El martes pasado, reapareció en España José María Aznar, expresidente del Gobierno. Su vuelta ha sido para aclarar su participación en un escándalo de corrupción denominado “Caso Gürtel”, una investigación que ha supuesto una trama de sobornos, en la que algunas empresas han cobrado de más por organizar mítines y cuyas diferencias han compartido con algunos políticos. El martes ya por la noche y después de dar su declaración en la Audiencia Nacional, Aznar concedió una entrevista a la cadena de televisión Antena 3. La expectativa no era para menos: el ex mandatario aclararía su relación con Francisco Correa, principal implicado y cabecilla de la red de corrupción. Pero la entrevista, de media hora, le sirvió para colocarse, nuevamente, en la palestra política. “No he eludido mi responsabilidad. Cumpliré con mi responsabilidad, mi conciencia, mi partido y mi país”, ha dicho en la entrevista, lo que se ha interpretado como el regreso del político. En la radio local, en los telediarios, en los portales de internet, pero también en los bares, en el metro, en la calle, se habla todavía del tema. Algunos líderes de opinión han dicho que el regreso de Aznar es lo mejor que le pude pasar a España en este momento de crisis. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha ido un poco más allá. González, político del Partido Popular, ha mencionado que Aznar probablemente era el mejor presidente de Gobierno que ha tenido España en años. Lo que no se ha dicho, al menos entre los que auguran el regreso del político, es que en 1998, durante el gobierno de Aznar, se aprobó la “Ley de liberación del suelo”, que permitió la construcción de miles de viviendas y que puso las bases de la burbuja inmobiliaria en España. Tampoco se hablado de la guerra de Irak, aquella que defendió Aznar junto con Tony Blair y George W. Bush, y que dejó más de 190,000 muertos. Durante la conversación con la periodista Gloria Lomana, el expresidente ha dado recomendaciones al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. “Hace falta bajar los impuestos en España ya, es urgente, tenemos un sistema fiscal que ha sido superado”, ha asegurado. Más que un afiliado al PP, Aznar parecía un líder de la oposición. “Reclamo que actúe el Gobierno, que tiene que actuar todos los días. Si creyese que andamos sobrados de proyecto lo diría”, fue lo que dijo sobre el Gobierno de Mariano Rajoy. En México, la falta de una alternativa efectiva contra la delincuencia hizo pensar que el regreso al pasado era la mejor de las opciones. En España, la falta de un proyecto económico rápido y efectivo para salir de la crisis hace pensar que el pasado, y sus personajes, siempre han sido mejores. Si José María Aznar buscaba que todo mundo hablara de él, lo ha logrado. Pero si lo que quiere es regresar a la política, entonces hace falta una cura para esta amnesia colectiva.     Contacto: Twitter: @OscarGraBar

 

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