En México, se cuenta con un registro de más de 5 millones de unidades económicas, entre las cuales 94% se integran por hasta 10 personas (Microempresas), 5% son Pequeñas que emplean entre 11 y 50 personas, y un poco más de 1% corresponde a compañías con más de 50 trabajadores (Medianas y Grandes). Entre el total de establecimientos en el país, 24% utilizan equipo de cómputo para el desempeño de sus actividades y tan sólo 20% cuentan con acceso a internet. TAMBIÉN LEE: 2,300 mdd de inversión publicitaria estuvieron en riesgo en el primer semestre de 2019 En los datos recabados por The Competitive Intelligence Unit (CIU), en el segmento de las microempresas, 20% cuentan una o más computadoras y tan sólo 16% del total operan con servicios de navegación en la red. A partir del siguiente segmento de unidades económicas, se identifica una marcada diferencia. Así, en franco contraste, 86% de las pequeñas empresas tienen al menos un equipo de cómputo y 81% tienen acceso a internet; arriba de la barrera de los 50 empleados (Medianas y Grandes), más de 90% de las empresas consistentemente utilizan computadoras e internet para el desempeño de sus labores. “Es claro que el esfuerzo de integrar al aparato económico nacional en términos de conectividad tiene una gran asignatura pendiente en la base de la pirámide de las empresas por tamaño o escala”, señala Ernesto Piedras, fundador y director de la casa de análisis. Y ante esto, es claro el esfuerzo que se debe realizar no solo a nivel empresas o compañías, micros, medianas o grandes, sean del tamaño que sean , sino a nivel país. Hace unos días por ejemplo, la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información (AMITI) y el Consejo Nacional de Clústeres de Software y Tecnologías de Información (mxTI) firmaron un acuerdo que busca crear cadenas de conocimiento en las empresas afiliadas para identificar y fortalecer las habilidades digitales especializadas. Este acuerdo, compromete a ambos organismos a combinar esfuerzos para colaborar profesionalmente y compartir sus experiencias para fortalecer la industria de TI en México. El documento “Las TICs en Empresas en Números”, de CIU, señala que las diferencias existentes en la proporción de empresas con acceso a recursos TIC entre organizaciones de distinto tamaño responden a dos factores principalmente: el tipo de actividad y la solvencia económica para recurrir al uso de insumos tecnológicos. Es por esto que casi la totalidad de los grandes productores, dedicados a la oferta de servicios o productos en gran escala, utilizan la red como una herramienta básica en el desempeño de sus labores. En el caso de los pequeños y medianos productores, la situación es más compleja puesto que existen más barreras para el acceso a la conectividad. “Como primer escenario tenemos que la magnitud de su operación puede llegar a ser muy pequeña o bien, la actividad que realice sea tal que no requiera de la red para la realización de sus labores, como por ejemplo en el caso de locales de ventas al menudeo”, detalla. Estos datos dan pauta para la política de conectividad, pero también para la política económica nacional, que no podrán retomar la dinámica necesaria en nuestra evolución macroeconómica sin materializar el cierre de las brechas de conectividad en las empresas, en todos los sectores y en todas las regiones.

 

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