Desde que la tecnología para hacer videojuegos en 3D se popularizó, los juegos de disparos en primera persona han sido uno de los géneros más populares en todo el mundo. Sin ininterrupción, hemos visto cómo los publishers y estudios ponen en el mercado nuevas franquicias que exploran este formato, así como numerosas secuelas. En octubre de 2016 Electronic Arts lanzó Battlefield 1 (EA Dice, PlayStation 4 / Xbox One / Windows), la más reciente entrega de su marca de juegos de disparos, que, desde su aparición en 2002, se ha convertido en una de las favoritas de los usuarios a nivel mundial. Desde su salida, el juego principal se ha estado complementando con contenido adicional que nos da una visión más amplia del mundo que recrear, y agrega muchas horas de juego, y durante 2018 seguirá agregándose más contenido. Aunque su nombre sea Battlefield 1, es la décimo quinta entrega principal de la franquicia. Esta secuela se llama así porque se centra en la Primera Guerra Mundial, e introduce varios cambios significativos a la serie, que en general han funcionado positivamente. En lugar de presentarnos la campaña con la historia de un protagonista o un grupo particular de personajes, el juego está compuesto por un mosaico de diferentes historias de guerra que muestras perspectivas variadas de la Gran Guerra. Sin dudas, ésta ha sido la entrega más ambiciosa de la serie, decidiendo fragmentar el protagonismo para dar peso a la humanización de los protagonistas reales de la guerra. El juego hace una interesante y generalmente convincente mezcla de hechos reales con historias de ficción, que ayudan a mostrar a los individuos que se vieron envueltos en el conflicto. Con esto Battlefield 1 se divide en seis distintas campañas pequeñas e inconexas que se llevan a cabo en tiempos y lugares distintos: Turquía, Francia, Alemania, Italia y la Península Arábiga. Uno de los grandes problemas que sufren los juegos de disparos en primera persona (FPS, por sus siglas en inglés) es que debido a que su mecánica principal es la de eliminar enemigos a través de disparos de armas de fuego, es muy fácil crear un distanciamiento entre la violencia del mundo real y la representada, haciendo muy fácil el verla de manera casual. Battlefield 1 hace un increíble trabajo en desmitificarla y darnos una mirada hacia los horrores de la guerra, mostrando la Primera Guerra Mundial con bastante respeto, y evitando la glorificación de la violencia como tal. Suena como si fuera un oxímoron, pero es realmente es un juego FPS bélico cuyo objetivo narrativo es el sensibilizar sobre cómo la guerra afecta a todos. Quizá el ejemplo más cercano a esto es Valiant Hearts: The Great War (Ubisoft Montpellier, PlayStation 4 / Xbox One / Windows, 2014), pero éste no es un FPS, sino un juego de plataformas y puzzle presentado de forma similar a una novela gráfica. En cuanto a su valor como un FPS puro, Battlefield 1 hace un excelente trabajo, subiendo el nivel de los estándares de los juegos AAA. Si bien el juego tiene gráficos sorprendentes de estilo cinematográfico, así como música y efectos de sonido dignos de las películas hollywodenses, destaca en el apartado de sus mecánicas, precisión de los controles, y diseño de niveles. Cada una de las campañas es diferente y más allá de buscar contar una historia, explota distintos terrenos, objetivos, armas y vehículos. Hay misiones en las que nos encontraremos en el mar, o a pie en medio de las trincheras enemigas, manejando tanques, usando armas pesadas antiaéreas, e incluso cabalgando a caballo. Los escenarios son variados: dunas desérticas, valles desolados, playas heladas o campos nevados. El juego tiene una robusta variedad de ambientes que muestran algo distinto para todos los gustos de quienes prefieran las campañas como tal, sobre todo considerando que sus historias son sólidas. Sin embargo, el corazón de esta serie es el multijugador, que cuenta con seis modos distintos en el juego base, al cual se pueden conectar hasta 64 jugadores de forma simultánea. Los modos disponibles son lo que uno espera de un FPS típico, especialmente de un Battlefield: algunos se basan en objetivos o puntajes, en defender un frente, en acabar con todos, así como algunas variantes, como uno muy interesante llamado War Pigeon, en el que necesitas encontrar una paloma mensajera que tiene información vital. Desde su lanzamiento original, Battlefield 1 ha vendido más de 12 millones de copias globalmente sumando sus diferentes plataformas. Sin embargo, el juego sigue vivo gracias a los contenidos descargables, o DLC. Hasta el momento han salido tres They Shall Not Pass, In the Name of the Tsar, y Turning Tides, este último dividido en dos partes. Estos DLC agregan una cantidad verdaderamente abrumadora contenido, como nuevos vehículos, armas y mapas, así como incluso un nuevo modo para multijugador. Ésta ha sido una estrategia que ha funcionado muy bien para un juego FPS, lo cual evita las preocupaciones por medio de micro transacciones que pueden minar potencialmente el valor y factor de diversión de un juego. Aquellos que no hayan jugado todavía el juego base, o sea las campañas de historia principal de Battlefield 1, tienen enfrente un excelente juego de disparos AAA que hoy sobrevive por su valor de producción e inteligente representación de la guerra. Quienes ya lo hayan terminado y aún quieran más pueden sacar un gran número de horas a partir de las adiciones de DLC, que están disponibles por separado, o como parte de un pase premium. Hasta el momento, no hay noticia de una nueva entrega de Battlefield, y la compañía ya ha anunciado que el siguiente DLC será Apocalypse, por lo que podremos esperar mucho más contenido para este juego, al menos durante 2018.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @IrvingPeres Podcast: El Beastcast Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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