Además de las gasolinas, el gas Licuado de Petróleo (LP) y el gas natural son los energéticos más usados en el mercado mexicano, pero el comportamiento de la demanda  tiende a cambiar. El 75% de los hogares mexicanos utilizan gas LP como su principal fuente de energía para cocinar alimentos o calentar agua para bañarse, pero desde hace cinco años su consumo en lugar de crecer ha bajado entre 1 y 2% a tasa anual. Las razones de la caída en el consumo de gas LP son varias: muchas casas habitación ahora usan hornos de microondas y estufas eléctricas; inmobiliarias ya tienen como obligación instalar calentadores solares o con sistema de encendido electrónico que funciona con pilas; hay secadoras eléctricas, entre otros cambios en los hábitos de consumo. Ese combustible también es ocupado en pequeños comercios como tortillerías, lavanderías, restaurantes, tintorerías y sólo un pequeño porcentaje se destina a vehículos que son convertidos para usar gas LP como insumo. Aproximadamente se venden 8 millones de toneladas de gas LP al año, de las cuales entre 3 y 4% se utiliza para el sector automotriz. En contraste, está creciendo el uso del gas natural, especialmente para producir electricidad y en la industria, aunque también hay un crecimiento constante para uso doméstico en las grandes ciudades por la penetración de empresas distribuidoras. Ángel Larraga Palacios, presidente de Gas Natural Fenosa, una de las distribuidoras más relevantes anunció un plan de expansión para llevar gas a 11 municipios de Sinaloa y Sonora, por mencionar sólo un ejemplo. La empresa inició este año la introducción de ductos en los municipios de Culiacán, Elota, Mazatlán y Navolato, que forman parte de la región Sinaloa y en los de Cajeme, Navojoa, Ahome, Choix en Sonora; y El Fuerte, Guasave y Salvador Alvarado, en Sinaloa, los cuales integran la región Noroeste. El ejecutivo también informó que recibió el permiso de distribución para los municipios de Tabasco, por lo que ha iniciado los trabajos para llevar la posibilidad de contar con gas natural a 244 mil viviendas. Para revertir la tendencia que provoca un aumento en el uso del gas natural y una disminución en la utilización del gas LP, Víctor Figueroa, Presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas del Interior (Adigas) comentó que la industria le está apostando al crecimiento del gas LP automotriz. La previsión de Adigas es que sean convertidos 300 mil vehículos (flotillas de reparto y transporte público, principalmente), lo cual es una meta muy ambiciosa si se considera que sólo hay 600 mil automotores a gas LP y 3 mil 500 estaciones de servicio en todo el país. Pero la transición del gas LP al gas natural o a otros combustibles más eficientes no es un problema, porque al final ambas industrias están activas y en la búsqueda de nuevos esquemas de negocios que les permitan atraer a más consumidores. Lo preocupante es que usuarios que antes utilizaban el gas LP han dejado de hacerlo para regresar al uso de la leña por considerarla un energético más barato, a pesar de los daños al ambiente y la salud que causa. De acuerdo con la Secretaría de Energía hay 5 millones de familias queman leña o carbón para cocinar sus alimentos. Sería ideal que las energías renovables pudieran cubrir las necesidades de energía, pero mientras eso ocurre la industria del gas LP debe ser más receptiva y creativa para atraer a los consumidores de leña, a fin de que transiten o regresen al consumo de ese energético.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @earzate2003 Facebook: Esther Arzate Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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