A la comunidad empresarial, a las representaciones de la iniciativa privada que han contribuido al enriquecimiento democrático del país, así como a la ciudadanía en general nos interesa que en la elección del próximo presidente de la Cámara Nacional de los Industriales de la Transformación (Canacintra) se desahoguen de la manera más constructiva las tensiones internas que parecen estar detrás del cambio.

En principio, una muy importante: que no exista confrontación en un contexto en que existe reprobación empresarial respecto de lo que divide. 

La Canacintra, fundada en 1941, define su destino mediante el voto de los delegados de todo el país, mientras que en otros organismos empresariales está generalmente acotado a integrantes de las comisiones ejecutivas. 

La cúpula más cercana al régimen predominante, desde su fundación y en cada administración con ciertos ajustes complejos y ocasionalmente causante de fricciones internas o con segmentos del gobierno, desde entonces, podría salir del CCE y de la Concamin por atrasos en sus pagos de cuotas. 

Eso no es tan relevante como distanciarse de la interlocución y representatividad de agrupaciones que le dieron consistencia ideológica y orgánica al menos durante 70 de sus 81 años de vida, o como resolver la probabilidad de injerencias externas discrepantes con la probabilidad de construcción unitaria. 

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El proceso en Canacintra se define el 1 de marzo. Su actual presidente, José Antonio Centeno Reyes, descartó inscribirse en la contienda, uno de los pocos presidentes en no hacerlo en ocho décadas. 

Recuperar el rol como uno de los interlocutores entre la IP y el Gobierno de México es una de las tareas que requiere precisión estratégica. Por primera vez, competirán dos mujeres, Esperanza Ortega Asad, presidenta de la delegación del organismo en Campeche, y María de Lourdes Medina Ortega, del Estado de México y ex presidenta de Mujeres Canacintra con alguna cercanía con el partido que podría, según todo pronóstico, perderá la elección mexiquense.

José Manuel Sánchez Carranco, empresario de publicidad exterior y ex tesorero nacional, quien ha indicado existencia de irregularidades en la organización, es el otro aspirante. Su campaña la arrancó en Morelos acompañado por delegados de diversas entidades. Es, además, conocido en organismos no lucrativos por su comprometido respaldo a causas sociales como la seguridad y por su decidido activismo contra problemas como los talamontes, que comenzaron a ser combatidos por la actual administración en 2019 en el Ajusco.

Canacintra, con sus 7 Comités Directivos, 14 Regiones, 76 delegaciones y 164 Comisiones y Representaciones, es la Cámara empresarial más grande de México y América Latina. Todos con capacidad de voto en la elección.

El inicio de la oportunidad de transformación de Canacintra no garantiza su aprovechamiento. Altura de miras, liderazgo, conciliación, depuración y disciplina están en el horizonte inmediato como herramientas próximas. También, destacadamente, acercamiento con otros actores de la sociedad y participación de las y los jóvenes.

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Contacto:

Salvador Guerrero Chiprés es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

TW: @guerrerochipres

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