Hace un par de décadas cuando puse por vez primera un pie en una casa de bolsa me encontré un abanico de activos de inversión que para mí era un buffet: bonos, acciones y fondos de inversión. Sentía que me faltaban ojos y tiempo para abarcar todo. Al paso del tiempo me di cuenta de que en aquellos años era muy limitado el menú de opciones que existían, no se podían comprar ETF´s, tampoco se podían comprar acciones de empresas extranjeras, la mayoría de los fondos de inversión eran indexados y el concepto de gestión activa nos era casi desconocido. La diversificación en divisas estaba encasillada solo en los dólares y diversificarse en commodities como el oro era imposible.

Pero el paso del tiempo ha sido benevolente con los activos de inversión y eso ha abierto oportunidades para el inversionista. Hoy existen miles de activos de inversión al alcance de los inversores mexicanos, las cuentas de ahorro bancarias han perdido conveniencia, en 2021 el dinero guardado en una cuenta de ahorro perdió más del 7% de su valor como resultado de la inflación. ¿Qué hacer para evitar esto? Invertir.

Empezar a invertir no es sencillo, siempre hay muchas preguntas y las respuestas suelen estar salpicadas de tecnicismos que producen más dudas. Evitar tomar decisiones erróneas al manejar el dinero suele ser el principal bache al que se enfrentan los noveles inversores.

Uno de los primeros puntos a reflexionar al invertir es que toda inversión eficiente se compone de múltiples activos en donde el dinero se diversifica. Los inversores con mejores resultados conforman un portafolio de inversión que se puede componer por múltiples activos financieros: bonos, acciones, divisas y una amplia ramificación de estos mismos activos en otros subproductos (fondos de inversión, ETF´s, CFD´s, Derivados, entre otros)

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¿Cómo iniciar un portafolio de inversión?

Primer punto: lo que antes era una tarea de equipo junto con un asesor financiero se ha simplificado a través de aplicaciones informáticas que permiten al inversionista diseñar sus propios portafolios sin la intervención de nadie más. En ese sentido, hay dos opciones: hacerlo individualmente con una app o a través de un asesor certificado (la certificación la expide la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles).

Los intermediarios que proveen aplicaciones suelen tener montos de apertura que van desde $100 pesos; y los intermediarios que asignan un asesor personal suelen rondar los varios cientos de miles de pesos para abrir un contrato. El mercado de valores se ha democratizado y existen opciones para cualquier cantidad de dinero.

Segundo punto: Hay que tener un objetivo bien definido. No me imagino a un vacacionista llegando al aeropuerto sin saber cuál será su destino, eso mismo pasa cuando se invierte sin tener una meta. El objetivo definirá, sobre todo, el tiempo en que nuestro dinero estará invertido.

Aunque parezca una obviedad, una gran cantidad de personas no saben para qué están invirtiendo. Cada individuo es diferente en sus objetivos (jubilación, pago de colegiaturas, adquisición de un bien raíz, etcétera) incluso, un mismo portafolio puede distribuirse entre diferentes objetivos, la palabra clave es segmentar. Por ejemplo, la pandemia por Covid-19 nos enseñó que dentro de un portafolio de inversión debe existir una parte segmentada para imprevistos, como una emergencia médica o la pérdida del trabajo, de hecho, la recomendación es tener una parte del portafolio invertido con amplia liquidez y que sea equivalente a 3 meses de sueldo para cubrir la contingencia de perder nuestra fuente de ingreso.

Tercer punto: Es indispensable definir el perfil de riesgo, este perfil también suele ser conocido como perfil de inversionista y básicamente es el resultado de un breve cuestionario que todos los intermediarios deben efectuarle a un inversor antes de iniciar la relación contractual. Este perfil define en qué activos y proporciones puede diversificarse cada inversor; es una herramienta muy simple, pero también muy poderosa para garantizar una gestión acorde a cada individuo.

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Los perfiles se clasifican en tres:

  • Conservador
  • Moderado
  • Agresivo

El intermediario tiene la obligación de informarle a cada inversor en qué perfil está clasificado.

Cuarto punto: Elegir los activos de inversión. Alguna vez le preguntaron a Miguel Ángel cuál fue la clave para lograr el portento de esculpir al David a lo que el genio respondió: “Le quité a la piedra todo lo que no era David”. Mi recomendación es hacer la selección de activos con base en todo lo que no eres como inversionista, es decir, si no necesitas activos de riesgo, elimínalos; si no necesitas euros en tu portafolio, elimina todo activo valuado en esa moneda. Este embudo dejará al final justo lo que necesitas.

La selección de activos nos lleva hacia la diversificación, un concepto que es vital para que un portafolio de inversión se beneficie de las alzas de los mercados y lo proteja ante las bajadas. Recuerda que los instrumentos en el mercado de valores no garantizan rendimientos, elegir un activo de inversión únicamente por sus rendimientos pasados no es una buena idea.

Y un punto final que igual parecería obvio: Tienes que involucrarte con la gestión de tu dinero. En mi experiencia, todo inversor que de forma regular revisa sus retornos, está atento a las noticias, aprende y se forma en tópicos financieros tiene resultados exitosos.

¿Estás preparado para iniciar la conformación de tu portafolio de inversión?

Espero que sí, aquí nos veremos para compartirte mucho más de este tema en 2022.

Edgar Arenas Sánchez es economista, gerente comercial en una casa de bolsa en México, profesor de economía bursátil en la UNAM, blogger de Rankia México y autor del libro “Invirtiendo y entendiendo”, reconocido por la Universidad Anáhuac, universidad de Cantabria y Santander Financial Institute como mejor asesor de inversiones 2020.

Twitter: @garoarenas

LinkedIn: Edgar Arenas

Email: [email protected]

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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