Por José Gustavo Fuentes Cabrera*

Todo directivo quisiera tener un medio de consulta donde reciba información clave para operar de mejor forma su negocio, de manera eficiente, expedita y precisa. 

Si bien el Business Intelligence es uno de los medios que usan más los ejecutivos en la actualidad para este fin, la realidad es que el enfoque hacia el pasado y/o el estado actual del negocio dejan de lado el enorme potencial que tienen los datos —correctamente organizados y explotados mediante inteligencia artificial— para anticipar comportamientos y tendencias futuras que significan una una ventaja competitiva, además de potenciar enormemente la planeación de la estrategia mediante el componente predictivo. 

Hoy es posible integrar, en una sola herramienta, aplicaciones de visualización, modelos predictivos, simulación de escenarios y acciones concretas de negocio. Siempre y cuando haya un correcto ensamble de las piezas que se necesitan. De esta forma tendremos una herramienta poderosísima que aumentará nuestras capacidades humanas en la toma de decisiones. 

Una vez que hemos decidido dar los pasos necesarios hacia la rentabilización de nuestros datos, podemos incorporar todas aquellas variables (internas o exógenas), cuyo rastro digital sea relevante para el problema de negocio que estemos abordando. Posteriormente, los científicos de datos deberán construir y entrenar los modelos de inteligencia artificial que darán soporte a las predicciones que necesitan los directivos, así como el grado de incertidumbre al que están expuestas dichas predicciones. A la par debe complementarse con un análisis de sensibilidad de las variables predictoras respecto a nuestro objetivo para entender a cabalidad los efectos individuales y colectivos que tienen cada uno de los factores que intervienen. 

En este punto es importante destacar que el abuso de modelos de inteligencia artificial de tipo caja negra (sin una explicación clara de los mecanismos que lo hacen funcionar) irá en contra de la naturaleza prescriptiva de la solución que se plantea en un inicio, donde no solamente es relevante la predicción, sino las acciones a tomar para llegar a ella. 

Hasta este punto se habrán construido todas las piezas fundamentales que dan soporte a una toma de decisiones aumentada y potenciada mediante datos e inteligencia artificial con capacidades de simulación de escenarios con alta precisión y confiabilidad. 

Finalmente, la forma de consumo de la inteligencia debe proporcionarse al directivo a través de una interfaz amigable, clara y accionable; a la que sea posible acceder desde cualquier dispositivo, a fin de entender las implicaciones de los escenarios y detonar las tareas que sugiere la herramienta de inteligencia, completando el ciclo de la toma de decisiones, generando valor al directivo y, por ende, al negocio. Es el poder que nos brindan los datos digitales.

Contacto: Correo: [email protected]

LinkedIn: José Gustavo Fuentes Cabrera

 

 *El autor es CEO de la compañía Insaite y profesor de Ciencia de Datos, Actuaría y Matemáticas Aplicadas y Computación en la UNAM.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

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