El cuartel general de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha presenciado abundancias, múltiples crisis y hasta una explosión mortal. Ahora lo merodea una pandemia que ha desangrado a los mercados financieros y petroleros, y la mezcla mexicana no ha sido la excepción. Pero la crisis sanitaria que tiene en la lona a la economía global no detuvo al gobierno mexicano para festejar públicamente el aniversario número 82 de la Expropiación Petrolera. La puerta 20, ubicada en la calle Bahía de San Hipólito de la colonia Anáhuac, se abrió desde las 8:30 de la mañana para que los primeros invitados y medios de comunicación ingresaran a la conmemoración del 18 de marzo de 1938, mientras el país se prepara para entrar en cuarentena por la crisis sanitaria del virus SARS-Cov-2 y su enfermedad Covis-19 que ha infectado al menos 214,000 personas, matado a 8,700 más, y con México registrando su primer centenar de personas contagiadas por la llamada “Neumonía de Wuhan”. Unas semanas antes, el evento más importante de energía con sede en Houston, CERA Week, fue cancelado por el miedo de los crecientes y veloces contagios de la pandemia Covid-19. Incluso algunos foros nacionales han cedido. El foro gasolinero Onexpo 2020 fue pospuesto a pesar de que se realizaría hasta junio de este año. La entrada al recinto administrativo de Pemex recibe con un filtro de seguridad. Unos metros antes de la sucursal interna de la cadena Starbucks, instalaron una mesa con gel antibacterial y un rollo de papel higiénico, algunos letreros con indicaciones, pero sin nadie que ofreciera o recordara su uso apropiado para evitar un contagio de la pandemia.  

Gel antibacterial en los pasillos administrativos de Pemex (Foto: Notimex).

El gigante petrolero más endeudado del mundo eligió su explanada para instalar una carpa blanca que albergó a su CEO, Octavio Romero Oropeza, al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, además de otros miembros del gobierno y centenares de invitados. Aunque la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, suspendió actividades gubernamentales que congreguen a 1,000 personas o más como medida para contener la pandemia de Coronavirus, también asistió al evento que aglutinaba una cantidad cercana a los límites establecidos por ella misma. Los invitados no mantenían distancia. Algunos asistentes ignoraban las indicaciones de las autoridades de salud, como no tocarse el rostro. Otros, entre risas, chocaban los codos para evitar los saludos tradicionales. Cerca de las 10:00 de la mañana, el primero en hablar fue el ingeniero agrónomo y cabeza de la empresa productiva del Estado tras saludar con la mano al presidente.

Octavio Romero Oropeza, CEO de Pemex, saluda al presidente Andrés Manuel López Obrador (Foto: Pemex)

Abordó su estrategia e indicadores de la compañía: el costo de descubrimiento de 2 dólares y éxito geológico de 60%; repasó la incorporación 172 millones de barriles a las reservas probadas (1P), la perforación de 228 en 2019 y su intención de realizar 423 este año. Incluso dijo que ya produce 1.79 millones de barriles de crudo diarios, aunque el precio por barril es el más bajo de los últimos 18 años. También presumió que la petrolera mexicana es más rentable que sus pares privados Exxon, Shell y BP al comparar sus ganancias antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones, (EBITDA, por sus siglas en inglés), y agregó que si Pemex no hubiese tenido una histórica carga fiscal tan abultada, reportaría “ganancias sólidas”, en vez de las pérdidas multimillonarias, como las que reportó en 2019. Los trabajadores y funcionarios lo interrumpieron con aplausos. Aquí la historia: Pemex, pese a pérdidas multimillonarias, presume ser más rentable que Shell, Exxon y BP Ante el desplome de los mercados financieros y petroleros por el Coronavirus, el titular de Pemex dijo ha iniciado la ejecución de su protocolo para mitigar los riesgos sobre sus finanzas: exposición de riesgo de liquidez, acceso “inmediato” líneas de crédito por 6,800 mdd y pagos de coberturas petroleras independientes a la de Hacienda, además de recortes al gasto administrativo por 625 millones de pesos y ahorros por 5,000 mdp más en contrataciones. Oropeza declaró que al interior de la empresa están “conscientes de la complejidad” y “retos del escenario actual” de los mercados petroleros frente a la pandemia. “Nos comprometemos a mantener una constante comunicación con la sociedad, con nuestros inversionistas, bancos y agencias calificadoras para dar a conocer de manera oportuna las acciones que estaremos tomando en las semanas siguientes”, sin precisar más detalles. Cuando llegó el turno del mandatario de origen tabasqueño, éste recorrió la historia del petróleo en nuestro país, administración por administración, desde los descubrimientos y abundancias petroleras en la era priista, hasta las crisis de la época que él califica como “neoliberal”. “Con Ernesto Zedillo produjo una tremenda crisis económica al grado que los ingresos por exportaciones de petróleo se depositaron en una cuenta de Nueva York que el gobierno de México no podía tocar porque era para uso exclusivo del pago de un crédito emergente por 20,000 millones de dólares otorgado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos”, declaró. Sobre los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, López Obrador expresó que los niveles récord de producción petrolera se usaron para hacer más grande el aparato burocrático del país y para transferir recursos de la hacienda pública a particulares, “incluyendo el gran subsidio que significó no cobrar impuestos a las grandes corporaciones económicas y financieras”. Aunque no mencionó al priista Enrique Peña Nieto, dijo que la “nueva privatización” del petróleo prometió una producción de 3 millones de barriles diarios e inversión extranjera “a raudales”, pero recibió una empresa con una producción de 1.7 millones de barriles e incluso con importaciones crudo. Romero Oropeza, López Obrador  y compañía abandonaron las instalaciones sin atender la preguntas de la prensa invitada sobre la información que presentaron. El equipo de Pemex priorizó la salida de los invitados mientras los reporteros esperaban desde la parte trasera de la carpa a que se desahogara el pasillo por donde caminaron figuras públicas y privadas como el Senador morenista Armando Guadiana en compañía del empresario Luis Vázquez Sentíes, presidente del Grupo Diavaz. Al término del discurso presidencial, la banda militar interpretó el Himno Nacional de México, seguido por versiones instrumentales de La Barca, Sabor a Mí y La Bamba. Algunos trabajadores bebían café con galletas en una carpa conjunta, mientras los precios petroleros continuaban convulsionándose ante la nueva pandemia que ha destruido la demanda mundial de hidrocarburos.  

 

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