Turismo, azúcar, níquel y manufactura son algunos de los sectores en los que representará un nuevo competidor para la región.   Por Alma Solís   El son cubano de la apertura económica ya resue na en Centroamérica. Desde el momento en que se informó de la reanudación de las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Cuba, las expectativas sobre la isla han crecido, pues se le ve como un posible aliado comercial, pero también como un competidor importante. A menos de 24 horas del anuncio, el administrador del Canal de Panamá, Jorge Luis Quijano ya vislumbraba una oportunidad para la vía interoceánica panameña. Cuba, dice, es muy importante y podría despegar como punto de fabricación porque tiene mucho recurso humano, pero carece de materiales. “Nosotros lo vemos como uno de los núcleos de producción más importantes de Latinoamérica por su proximidad a EU.” El sector que puede recibir mayores beneficios es el turismo, opina Jaime Reusche, analista principal para Cuba de la calificadora de riesgo Moody’s, ya que existe potencial para desarrollar ese mercado con proyectos grandes y con una oferta más diversificada, que atraiga turistas con un nivel de ingreso mayor al que se capta en la actualidad. Este potencial es lo que haría a Cuba un competidor de mercados turísticos que ya están establecidos, ante el factor de la novedad. República Dominicana, que es uno de los mercados más grandes en el Caribe, podría ver competencia, pero esto dependería de qué tan rápido y de qué manera se desarrolle la oferta turística cubana. Los empresarios del sector turismo de Costa Rica saben también del impacto que puede tener esto para su país, que es el principal receptor de viajeros extranjeros en Centroamérica. Pablo Abarca, de la Cámara Nacional de Turismo de Costa Rica, considera que el gremio requiere una estrategia que le permita hacer frente a la entrada de un fuerte competidor. Abarca ve como fortaleza de Costa Rica su oferta de naturaleza y aventura, destino de sol y playa, en equilibrio con el medio ambiente, pero considera que el país debe trabajar más en el tema de competitividad para disminuir costos de producción y mano de obra. En el sector azucarero podría darse otra batalla. La isla cuenta con 880,450 hectáreas dedicadas al cultivo de caña. La meta dada a conocer por AZCuba, la asociación de empresas cubanas de azúcar, es producir 1.8 millones de toneladas este año, aunque reconocen que están por debajo del potencial. Este monto competiría con el resto de América Latina por las cuotas de exportación hacia EU. Otro espacio de competencia podría ser la industria. Según el US Geological Survey, Cuba posee la quinta más grande reserva de níquel en el mundo. Sobre el tema, Jaime Reusche, de Moody’s, precisa que las plantas que explotan níquel en Cuba son ineficientes, por lo que la inversión en el sector podría modernizar la explotación del mineral y volverse una fuente importante de actividad económica.

 

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