Los procesos electorales constituyen la característica principal al interior de los países que se denominan democráticos. Las democracias contemporáneas surgen con la aparición del sufragio universal, la abolición de la esclavitud y el reconocimiento de los derechos humanos en la segunda mitad del siglo XIX, aunque los modelos tradicionales asociados a la República provienen de la Revolución francesa y de la promulgación de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica ambos momentos posteriores a la mitad de 1700. Durante 2018, más de 40 países elegirán un nuevo mandatario. Al tratarse de un país controvertido y clave para el desarrollo de la agenda internacional, la elección en Rusia es una de las más observadas. Este año están llamados a las urnas más de 111 millones de rusos que podrán elegir el próximo marzo entre la continuidad que ofrece el proyecto de Vladimir Putin y la transición que, aunque lejana, ofrece la posibilidad de modernizar el aparato burocrático ruso. El presidente Putin busca su segundo mandato consecutivo, aunque ha estado en el aparato gubernamental desde 1990. La Unión Europea también enfrentará elecciones con una amplia posibilidad de triunfo para la extrema derecha ante el amplio debate acerca de temas coyunturales como: migración, evasión fiscal y la lucha contra el terrorismo. Suecia, Irlanda, Italia, Lituania, Hungría, Eslovenia, Finlandia, Luxemburgo y la República Checa elegirán nuevos mandatarios. Italia, que es la cuarta economía más importante de la Unión Europea, tendrá además elecciones para renovar su parlamento. Por su parte, África enfrentará la elección de mandatarios en nueve países (Libia, Malí, Sierra Leona, Liberia, Zimbabue, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Camerún y Egipto), estos procesos no serán sencillos por las propias condiciones de países como Egipto que, a siete años de haber ocurrido la Primavera Árabe, sigue viviendo condiciones de amplia desigualdad; o como de Libia, Malí y Camerún que padecen una enraizada crisis humanitaria. La poca certeza democrática en los comicios africanos desata ya la especulación acerca de nuevas insurrecciones y desequilibrios al interior de estos países. Por lo que respecta a América Latina, en Brasil el resultado de la elección realizada por casi 140 millones de votantes será la renovación de prácticamente todo el aparato gubernamental (desde el ejecutivo, congreso y gobernadores). Colombia también llevará a cabo elecciones presidenciales, las primeras después de que se ha formalizado el proceso de paz entre el gobierno y las FARC, con un país polarizado y ante la posibilidad de que las FARC participen como partido político, Colombia vivirá un histórico proceso electoral. Asimismo, Venezuela tiene agendada para este 2018 una contienda electoral que dé inicio ha advertido la prohibición a la participación de la oposición en el proceso. Iraq convocará a elecciones parlamentarias y Pakistán llamará a elecciones para la elección del primer ministro. Por supuesto que, dentro de este amplio panorama electoral, se encuentran las elecciones en México, en donde además de la elección presidencial, se renovarán posiciones en el Congreso y alcaldías. Históricamente, a nivel local, la posibilidad de la reelección de presidentes municipales ofrece por primera vez una acertada posibilidad para la continuidad en las agendas locales, esto, como en muchos países, pone en la mesa la posibilidad de dar seguimiento a proyectos de desarrollo municipal bien trazados.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @ArleneRU Linkedin: Arlene Ramírez-Uresti Google+: Arlene Ramírez Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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