Estás en el segundo semestre de la carrera… estudias comunicación, administración, ingeniería industrial o cualquiera de estas carreras pensadas para formar empresarios. Contaduría, etc. O inclusive, estás en el primer seminario de una de estas maestrías de pensamiento de innovación y problem solving estratégico, o emprendimiento creativo del conocimiento, o diseño de la innovación y emprendimiento… Y el profesor se para al frente, toma el plumón y escribe las palabras “Misión”, “Visión”, “Objetivos”. Y empiezas a tomar notas porque en ese momento piensas que lo que estás a punto de escuchar te va a llevar a convertirte en el emprendedor que sueñas ser… Pasa el tiempo, terminas tus estudios, sacas buenas o malas calificaciones, da lo mismo, el punto es que ahora estás en el mercado, y el mercado en su implacabilidad empieza a probarte y a retarte… y por supuesto a ganarte. Te das cuenta por primera vez que para emprender y ser exitoso no es suficiente trabajar los domingos y tener un paquete de 500 tarjetas de presentación… Va pasando el tiempo, y en esta famosa “montaña rusa” donde a veces tienes clientes y a veces no, luchas por ganar una voz, por posicionar tu marca y por encontrar lo que te hace diferente a los demás. Lamentablemente nueve de cada 10 de estos nuevos empresarios se han embarcado sin darse cuenta en un viaje sin fin. Es el viaje en círculos de los que piensan que la forma correcta de emprender es cambiar el mercado. Se creen que por el hecho de que no haya un sitio de internet donde puedas comprar todo lo que necesitas para tu mascota, como no hay nada así, seguramente es una buena idea. O que porque no hay una cafetería o una papelería o un cyber en cinco cuadras sobre la lateral del periférico a la altura de Televisa, seguramente es buena idea, porque si no hay, entonces cuando yo llegue va a haber clientes. ¿Verdad? Es una pena ver tanta pasión desperdiciada y tanta imaginación mal encausada, por el simple y sencillo motivo de que como sociedad no hemos educado a nuestros emprendedores en el concepto, que es el concepto más importante para crear empresa y el primer concepto que debería enseñarse, pero por algún motivo no solo no se enseña, sino que se ignora, no se conversa y simplemente no está. Te estoy hablando por supuesto del propósito empresarial. Y como la verdad se dice rápido, aquí te va en muy pocas palabras lo único que tienes que tener claro si quieres tener una empresa exitosa: El propósito de una empresa… el único y absoluto propósito de una empresa es generar riqueza económica. Punto final. Y la única forma de generar riqueza económica (que te repito, en términos empresariales es la única riqueza que importa) es vender algo que la gente quiere comprar. Lo lamento pero es así de sencillo. Ya sé que le estoy quitando todo lo romántico, y dónde está la innovación, y qué pasa con el objetivo social de la empresa… nada, ¿ok? cualquier empresa que no persiga el propósito único de generar riqueza económica, se está dirigiendo en un barco chiquito a una cascada de 100 metros, solo que muchas de ellas todavía no se dan cuenta. Oye Gerardo, y si es tan fácil ¿por qué nadie lo sabe? Pues bueno, muy sencillo, el asunto es que nuestros emprendedores están muy ocupados buscando propósito en los lugares equivocados. Entonces, si te gusta la idea de remar hacia una cascada (que cae), no leas lo que viene… pero si eres de los que quieren tener una empresa (en los términos que te he dicho), por favor evita buscar el propósito de tu empresa en estos tres lugares. Los tres lugares donde probablemente no vayas a encontrar el propósito de tu empresa. El primer lugar que debes evitar es la escuela. A ver, no estoy diciendo que dejes de ir a la escuela, ¿ok? yo no tengo hijos, cuando tenga si es que los tengo, lo más seguro es que no los mande a la escuela, pero a ti no te estoy diciendo eso. Lo que estoy tratando de decirte es que no busques el propósito de tu empresa en una clase de administración o de filosofía organizacional. Encontrar el propósito de tu empresa es un viaje de años, años vendiendo lo que el mercado necesita, no es algo que vayas a aprender en unos meses de la voz de alguien que probablemente no haya encontrado su propósito. Lo digo por supuesto con todo respeto de los pocos maestros que tienen méritos propios. El segundo lugar que debes evitar: Los eventos de networking. Hay muchas cosas que dan risa en la vida. Aziz Ansari da risa, los videos de Vicente Fox vs. Donald Trump a mi personalmente me dan muchísima risa. Pero definitivamente lo que más risa me da en la vida es escuchar hablar de dinero a alguien que no tiene dinero. O escuchar hablar de emprendimiento o de crear empresa a alguien que lleva seis meses con un proyecto, y ese proyecto ha cambiado de marca, de mercado, de productos o servicios dos o tres veces, y escuchar a esa persona hablar de emprendimiento, suele dar mucha risa. Lo mejor es cuando este emprendedor se para en uno de estos eventos de networking y se pone a dar lecciones de emprendimiento… Es esta visión de que todos tienen algo valioso que decir. En fin, el punto es que el propósito empresarial no es algo que puedas aprender de alguien que no lo ha vivido, y déjame decirte una cosa, lo más seguro es que si sueles ir a este tipo de eventos; a ver está bien, tomarte unos tragos, conocer gente y tal, pero de ahí a esperar que se vaya a parar uno en el escenario y te va a dar el propósito que tu proyecto necesita para convertirse en una empresa… hay mucha diferencia, te lo prometo. El tercer espacio en donde te pido de forma más encarecida que no esperes encontrar el propósito de tu empresa, es en tu propia empresa cuando estés en la primera etapa. Lo más seguro es que a menos que seas un iluminado del marketing, te cueste un poco de trabajo encontrar este propósito. Hablando en serio, tienes que tener paciencia y seguir tratando, pero necesito que comprendas una cosa más: el propósito de la empresa se encuentra cuando tienes claridad en la huella que quieres dejar en el mundo: esto es, a qué grupo del mercado vas a ayudar a hacer qué, es así de sencillo. Yo sé que tú eres una persona de gran talento, pero en marketing tienes que enfocarte, y enfocarte implica renunciar. ¿Renunciar a qué? a cualquier cosa que no sea perseguir de forma ciega la riqueza económica. Esta es la función social última de la empresa, y este es el único norte que debes seguir en tu búsqueda de propósito.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: ger_betancourt Facebook: gerbetancourt / groups/conferencistasdeelite Web: gerardobetancourt.com/workshop Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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