Aunque Robert von Mohl es el creador del concepto de Rechtsstaat, es Imanuel Kant el referente para el análisis del Estado Regulado/Normado/Legal y es este concepto el que ha imperado para enmarcar el poder del Estado subordinado a un orden constitucional.

En ese contexto, la supremacía de la Constitución no sólo define las acciones de los órganos de gobierno, sino que garantiza un ambiente de respeto absoluto del ciudadano y del orden público. Es así como a través del Estado de Derecho se combate la corrupción, la pobreza, la desigualdad y se protege a las personas de injusticias y del abuso de poder. Es la base para comunidades justas, con oportunidades y en paz, que sustentan el desarrollo, un gobierno responsable y que viven en un absoluto respeto por a los derechos humanos. 

Las complejidades de los últimos años han detonado una tendencia global al debilitamiento del Estado de Derecho, incluso en aquellos países de amplia tradición democrática. Esto se puede explicar bajo dos principios fundamentales relacionados con la relación entre el Estado y los ciudadanos.

El primer principio mide si la ley impone límites sobre el ejercicio del poder por el Estado y sus agentes, así como a las personas y las entidades privadas. El segundo principio mide si el Estado limita las acciones de los miembros de la sociedad y cumple con sus deberes básicos hacia su población de modo que se sirva el interés público, se proteja a las personas de la violencia y todos los miembros de la sociedad tengan acceso a mecanismos de solución de controversias y quejas. 

Es en este sentido que un sistema que no respeta los derechos humanos fundamentales garantizados por el derecho internacional no puede llamarse sistema de Estado de Derecho.

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En los esquemas modernos de participación ciudadana, el Estado de Derecho tiene un impacto directo en la cotidianeidad de la sociedad civil e involucra tanto a las estructuras de las instituciones públicas como al ámbito privado. Es en este contexto que preocupa la posición 115 que ocupa México en el Índice WPJ 2022 pues refleja la débil presencia de los cuatro principios universales del Estado de Derecho: responsabilidad ante la ley (cero impunidad), debido proceso, gobierno abierto (transparencia), acceso imparcial a la justicia. Está claro que los otros datos, los planes A-Z y la falta de claridad en las políticas públicas no sólo debilitan las instituciones, sino que dañan estructuralmente el orden constitucional y el equilibrio de poderes; nos aproxima vertiginosamente a la autocracia.

Reconstruir una cultura de legalidad, gobernanza y gobernabilidad tomará mucho más tiempo del que tenemos. La falta de desarrollo y el aletargo social, son resultado también del ataque constante a la legalidad y a la gobernanza.

El problema central de un debilitado Estado de Derecho en México es la falta de capacidad para desarticular los vicios sistémicos que han sido reforzados por las actuales estructuras de poder, en los tres órdenes de gobierno. Con amplios desafíos hacia el futuro, la falta de respeto al orden constitucional agrega componentes de incertidumbre e inestabilidad que hoy afectan los entornos sociales y ponen en riesgo el respeto a los derechos humanos, incrementan la polarización y merma el nivel de confianza de los inversionistas.

Poner la confianza en la ciudadanía más que en las instituciones parece ser la alternativa para propiciar nuevas formas de gobierno en las que sea posible eficientar los procesos de gestión para transicionar hacia una verdadera sintonía con las necesidades que plantean las nuevas realidades sociales. Garantizar el equilibrio de poderes y la existencia de un ambiente verdaderamente democrático es fundamental para alcanzar un desarrollo estable, constante y a la altura de los compromisos internacionales adquiridos. El Estado de Derecho es la única vía para garantizar los vicios del sistema político mexicano, pues solo a través de un ambiente de absoluto respeto a la Constitución es que se podrá garantizar el regreso de instituciones sólidas que procuren en desarrollo pleno de la sociedad.

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