El plan para frenar el robo de combustible de los ductos lanzado por el presidente Andrés Manuel López Obrador funcionan, ya que evitó mayores pérdidas para Petróleos Mexicanos (Pemex) y le quitó una bolsa millonaria al crimen organizado y a las comunidades por la venta de manera ilegal de gasolinas y diésel.

Pemex tuvo 7 mil 827 millones de pesos en pérdidas no operativas por la desviación volumétrica de los ductos del 1 de enero de 2019 hasta el 28 de febrero de 2021, las cuales equivalen a sólo 7.58% de las mermas por la extracción ilegal del combustible durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Del 1 de enero de 2013 al 31 de diciembre de 2018, la petrolera contabilizó 103 mil 273 mil millones de pesos en pérdidas no operacionales, que surgen por la extracción de un volumen de combustible de un ducto sin autorización, según información a la que tuvo acceso Forbes México.

“Con la información dada a conocer el gobierno parecería que sí ha funcionado el plan para combatir el robo de combustible, pero se disparó el robo de gas LP”, señaló Rubén Salazar Vázquez, director general de Etellekt Consultores.

Al principio se pensó que el robo de combustible era una práctica exclusiva del narcotráfico, pero ahora detrás del delito están bandas especializadas en perforar ductos y cuentan con el apoyo social y de las poblaciones mexicanas, comentó el consultor.

“En un momento sí eran los carteles y quedaron rebasados por las comunidades, quienes literalmente viven del robo de combustibles de los ductos de Pemex”, dijo el analista.

El claro ejemplo de que las poblaciones cercanas a los ductos participan en la extracción ilegal de combustibles fue que reportaron un desarrollo urbano irregular, expuso.

El director general de Etellekt recordó que el robo de combustible es peligroso para las comunidades, porque lo almacenan en sus viviendas, lo venden de una manera irregular en mercados públicos y en las carreteras

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“Quienes se están beneficiando del robo de combustible son estructuras mucho más amplias como las poblaciones”, agregó Rubén Salazar Vázquez.

“Los Zetas mantienen una filosofía similar en el sentido de que era bueno robar combustible, porque les pertenecía a la nación. Esa organización estaba conformada por ex militares de élite y empiezan a involucrar a las comunidades”, apuntó.

El 27 de diciembre de 2019, Andrés Manuel López Obrador presentó un plan para combatir y eliminar el robo de hidrocarburos de Pemex, un delito que creció en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

“Con lo que se han robado este año alcanzaría para financiar 40% de una refinería o, para ponerlo en otros términos, tres años de robo de combustible es equivalente a una refinería nueva”, dijo el fundador de Morena.

En promedio se pierden 600 pipas diarias, cada una contiene 15 mil litros de combustible, lo que en dinero significa una pérdida de cerca de 200 millones de pesos diarios, expresó el ex jefe de gobierno de la Ciudad de México.

“Hay hipótesis de que de todo el robo sólo el 20 por ciento se da con la ordeña de ductos, es una especie de pantalla, la mayor parte tiene que ver con un plan que se opera con la complicidad de autoridades, y con una red de distribución; entonces son huachicoleros de abajo y huachicoleros de arriba”, sostuvo.

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Detrás del plan para frenar el robo de combustibles trabajan 15 dependencias, entre ellas la Secretaría de la Defensa Nacional, la de la Marina, la de Trabajo y Previsión Social, Gobernación y la Función Pública, para detectar los puntos de fuga de combustible al interior de Pemex.

Petróleos Mexicanos registró pérdidas no operativas por desviación volumétrica por 7,827 millones de pesos durante los primeros 27 meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Al ex presidente Enrique Peña Nieto le estalló socialmente el robo de combustible en sus tres últimos años de gobierno, ya que hubo pérdidas récord para la Pemex y en muchas comunidades vendían gasolina como si fuera pan.

Petróleos Mexicanos perdió 36 mil 185 millones de pesos en 2018, tuvo mermas por 22 mil 945 millones de pesos en 2017 y un faltante de 10 mil 325 millones de pesos por el robo de combustibles en 2016.

Al siguiente año la merma de la petrolera mexicana alcanzó los 9,478 millones de pesos, así como en 2014 el quebranto sumó los 14 mil 811 millones de pesos.

Pemex reportó 9 mil 525 millones de dólares en pérdidas no operativas por la desviación volumétrica en 2013, el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto. 

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“El efecto colateral de la estrategia del presidente de la República para combatir el robo de gasolina y diésel fue que ahora hurtan gas LP, lo cual es más peligroso y afortunadamente no ha habido accidentes ni explosiones por perforar un gasoducto”, señaló el director general de Etellekt.

Una vez que ya no encontraban combustible en los poliductos, el crimen y las bandas de chupaductos ayudadas por comunidades optaron por robar gas LP de los gasoductos de Pemex, explica el analista en temas relacionados con violencia política y delitos en contra de las empresas del estado mexicano.

“El mismo presidente de la República en una conferencia de prensa reconoció que se había disparado el robo de gas LP”, mencionó el consultor. 

En 2019, ya robaban gas LP y venía creciendo el delito, cuenta. En ese año sacaban de manera ilegal 60 mil barriles de gasolina y diésel, así como de gas LP eran más de 6 mil barriles.

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