Después de la carta publicada esta semana en el diario francés Le Mondé y suscrita por 100 artistas y académicas de ese país, criticando la forma en que grupos feministas integrantes de los movimientos #MeToo (#YoTambién) y #BalanceTonPorc (#Exhibe a tu cerdo) están llevando “al límite” sus denuncias contra los hombres, al grado de “ver la caballerosidad como una agresión machista”, varias reacciones en el mundo se han desatado, polarizando en las últimas horas una y otra posición. “No nos reconocemos en este feminismo, que, más allá de denunciar los abusos de poder, encarna un odio a los hombres y a la sexualidad”, se menciona en la carta. Forbes México consultó a las consejeras editoriales del Foro Forbes Mujeres Poderosas para conocer su postura y compartir su visión de hasta dónde puede llegar esta discusión que ha traspasado fronteras. Una de estas consejeras es Mónica Flores, la CEO de Manpower para Latam. Para ella, la resonancia que ha tenido la carta tiene varias explicaciones. Una de ellas es que “la mujer ha ganado espacios importantes a nivel mundial y esto se refleja en debates abiertos como el actual”. También considera que el que sean dos personajes con influencia mundial los que representan una y otra postura, las actrices Catherine Deneuve (firmante de la carta) y Oprah Winfrey (apoya al movimiento #MeToo), hace que el tema suba de tono. “Y no podemos olvidar que estamos en una era de redes sociales que todo lo magnifica. No es que ambas visiones no existieran. El tema es que los mensajes llegan a más gente de manera más rápida”, dice la directiva de Manpower. Lo que el debate de ideas que inició en Francia pone en evidencia, son dos aspectos, considera la consejera de Forbes y fundadora de Mujeres Construyendo, Claudia Calvin: Por un lado, se da en un contexto en el que el feminismo está creciendo, y se visualiza en los roles que tiene la mujer en muchas organizaciones en la actualidad. Un segundo aspecto, es que tiene lugar en un contexto democrático y de libertad de expresión que antes no existía. Lee también: Por qué decir sí a la campaña #MeToo “Y pese a que no coincido con las premisas generales de la carta de las francesas, porque me parece que abogan por la normalización del acoso, siempre voy a defender el derecho de las mujeres a alzar la voz”, comenta la fundadora de Mujeres Construyendo. Para Mónica Flores, tanto la postura de las 100 mujeres que firman la carta como movimientos como #MeToo tiene elementos válidos de ser discutidos, pero considera que siempre es un riesgo llevar ambas posturas a los extremos, pues cuando eso sucede “se corrompen ideologías y se transita hacia el fanatismo. Y No hay posturas absolutas”. Las visiones sobre el feminismo que se confrontan en este momento es comparable a la teoría del Péndulo, a decir de Beatriz Gasca, también consejera de Forbes y COO de Dalia Empower. “El feminismo nació cargado de un solo lado del péndulo: era radical y después se movió al otro extremo, con mujeres que trataban de fomentar la vida familiar. Y se sigue moviendo. Pero debemos entender que las mujeres no podemos estar peleando, porque entonces cometemos el mismo error que los hombres, que es querer conquistar al mundo a como dé lugar; lo que hay que buscar es un mundo más justo”. Lee: Éstas son las reacciones a la carta que critica a #MeToo   Los riesgos de la confrontación La CEO de Manpower considera que llegar al extremo de “me vio de manera provocativa” conlleva muchos riesgos para hombres y mujeres, y comenta que no se puede obviar que en muchas empresas, según su propia experiencia, las mujeres acusan a los hombres por venganza, por lo que podría desatarse una persecución poco beneficiosa el querer aplicar en las organizaciones políticas radicales. “Por supuesto que movimientos como #MeToo colaboran a tener sociedades más justas y menos machistas. No se puede dejar de lado el hecho de que en Latinoamérica ocho de cada 10 mujeres son abusadas psicológicamente. Repito, ambas posturas tienen puntos rescatables y no podemos descalificar por descalificar. En lugar de antagonizar, busquemos los puntos en común y las soluciones”, añade Mónica Flores. Al final lo que importa es lo que está en medio del debate y que no se quiere ver, que es a decir de la fundadora de Mujeres Construyendo, que “nadie ha querido reconocer como un problema de salud pública, y es que muchas mujeres mueren y son acosadas todos los días, cada minuto. Mientras yo opino esto, una mujer está siendo violada”. Para la CEO de Manpower el debate despertado por los movimientos feministas y las 100 mujeres en redes sociales también es una alerta para los gobiernos y otras instituciones de la sociedad. “Es un llamado a gobiernos, escuelas y empresas de que algo está pasando en cuestión de género y desigualdad. Hay que trabajar en una cultura de respeto e igualdad no solo en el ámbito de las mujeres, sino de muchos otros. El bullying, por ejemplo. Pero estamos muy lejos de eso”. Sobre esto, Claudia Calvin añade: “Lo que pone en evidencia esta situación es que las mujeres nos sentimos vulnerables ante todas las instancias, no importa si son públicas o privadas. Ahí está el verdadero foco de atención, la importancia de que se asuman políticas públicas y de que se genere una cultura de respecto a la diversidad”. Beatriz Gasca coincide en que el debate de ideas generado es una alerta para las autoridades, al mantener vivo un tema que no se ha podido resolver. Y pone como ejemplo el hecho de que muchas organizaciones no contratan a las mujeres cuando éstas se enteran de que están embarazadas. “Pero para lograr justicia debemos volvernos más de centro y menos radicales. Cuando en un grupo de mujeres hay intolerancia, estamos regresando de donde partimos. Debemos partir de una necesidad de alianza”, concluye la COO de Dalia Empower.

 

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