El presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos reconoce oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel y que en breve comenzará con el traslado de su Embajada a esta ciudad, además de que se mantendrán los esfuerzos por facilitar un acuerdo de paz entre Israel y Palestina. En un mensaje desde la Casa Blanca, el mandatario estadounidense dijo que ha determinado que “es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como capital de Israel” y que esa decisión debió “haberse tomado hace tiempo”. “Muchos presidentes dijeron que querían hacer algo y luego no lo hicieron, quizá por falta de valentía o porque cambiaron de opinión”, agregó Trump. El presidente estadounidense indicó que esta decisión no es más que “el reconocimiento de la realidad” y por ello girará instrucciones al Departamento de Estado para que comience los trabajos para trasladar la Embajada de Tel Aviv, donde actualmente el gobierno estadounidense realiza sus operaciones diplomáticas, a Jerusalén. Lee: Israel y Palestina reaccionan al anuncio de EU sobre Jerusalén Con esto Estados Unidos será el primer país que establece su Embajada en Jerusalen. Esto debido a que en 1980 la ONU llamó a la comunidad internacional a retirar sus oficinas de representación de la llamada Ciudad Santa, tras la anexión israelí de la parte oriental de la urbe. Esta decisión es considerada un giro de la política formal de Washington sobre Oriente Medio y la cual podría complicar más los esfuerzos por estabilizar la región. Israel considera que Jerusalén es su capital eterna e indivisible y desea que todas las embajadas estén instaladas ahí, mientras que Palestina desea proclamar Jerusalén del Este como la sede de un futuro Estado. El estatus de dicha ciudad ha sido por décadas una piedra en los truncados esfuerzos de paz entre ambos. Te puede interesar: México ignora a Trump: no mudará a Jerusalén su embajada en Israel “Israel es una nación soberana con el derecho de decidir cual es su capital”, y hoy es el lugar donde se asientan el gobierno, el parlamento y el tribunal israelíes, así como las residencias oficiales del presidente y del primer ministro, apuntó Trump. La decisión de Estados Unidos se da a pesar de las advertencias de aliados occidentales y árabes, así como líderes religiosos, que consideraron que esta decisión podría no ser acertada para los esfuerzos de lograr la paz en esa región. Al respecto, Trump aseguró que con esto no pretende minar esos esfuerzos y que Estados Unidos seguirá trabajando para facilitar un acuerdo de paz “que sea bueno para israelíes y palestinos”. Lee: Trump desoye incluso al Papa al cambiar política sobre Israel

 

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