Basta un primer contacto con la copa para ser transportado a un grato recuerdo. Tal es el poder que tiene la coctelería: transitar por las emociones a través de un abanico de sabores y sensaciones.
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Este arte, cuyos orígenes se remontan a comienzos del siglo XIX, consigue, mediante una técnica depurada, encontrar el equilibrio perfecto para crear mezclas originales, de las cuales el bartender se torna artesano y esteta, para construir experiencias gloriosas que se disfrutan, tanto con la vista como con el paladar.
Para Erick van Beek, bartender de origen neerlandés, quien es socio de Handshake Speakeasy (lugar que logró colocarse en el segundo peldaño de los “North America’s 50 Best Bar” en 2022), la clave radica en encontrar la complicidad perfecta entre los ingredientes y la evocación de un momento único a través de notas de sabor. Partiendo de esta idea, que siempre tiene presente, crea.
Territorios poco explorados por el paladar se abren paso a través de un menú de coctelería que reinterpreta a los clásicos en el galardonado Handshake Speakeasy.
Él asegura que la inspiración para idear un nuevo coctel no proviene de un sólo factor, sino de un amplio abanico de expresiones, que incluyen una planta en la barra, una película entrañable e, incluso, un mercado. En todos estos elementos, explica, se revelan momentos únicos, cuando “las musas hacen su trabajo”, comenta, detrás de la barra, para Forbes Life.
Parte esencial en la concepción de estas creaciones fascinantes radica en encontrar la combinación ideal de todos los elementos. Y, a decir de Van Beek, en este objetivo es posible utilizar materia prima modesta (en apariencia), pues el verdadero arte radica en cómo se presenta.
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“Por ejemplo, cuando usamos un plátano, no incorporamos la fruta tal cual; la clarificamos. Esto origina algo totalmente distinto”. Para obtener este resultado, es esencial el uso de la leche. “Con ella, clarificamos muchas cosas”, asegura. “Cuando mezclas el jugo de piña con yogur o aceite de coco y lo combinas con cítricos, éstos se cortan. Después, lo incorporamos con el líquido y se crea una consistencia completamente diferente”.
Handshake Speakeasy ocupó el segundo peldaño de los “North America’s 50 Best Bar” en 2022.
Dos ejemplos de su destacada propuesta mixológica son los cocteles Vaivén Tropical y Fig Americano. El primero es una piña colada, que forma parte del menú más emblemático de la coctelería clásica, pero reinterpretado en una propuesta infusionada a 55 grados, la cual es dulce, pero también fresca y tropical.
El segundo, por su parte, sorprende al dar un giro inesperado a otro clásico, pues, en lugar de utilizar Campari, emplea Bitter Di Battista, agrega Vermouth rosado y lo fusiona con hojas de higo. Bastará con dar un pequeño trago para que el paladar se deleite con notas de sabor que resaltan un toque agridulce, seguido por un carácter refrescante.
Los cocteles de Handshake Speakeasy indagan en universos creativos, donde la clarificación con crema de coco, toques de vodka, ginebra y otros ingredientes, también da vida a Vi–No, un coctel que, con notas lácticas y secas, revela nuevos territorios para el paladar, completamente inesperados.
