Hablar de Guadalajara es rememorar la fiesta mexicana con todo y su musicalidad; es referirse a una ciudad erguida por su fascinante acervo histórico y cultural, su modernidad y hospitalidad. También a un destino, cuya oferta gastronómica logra conjugar esas cualidades para deleite de todos los paladares.
Esos son los apuntes de la expedición que tuvo como punto de partida un espacio que ha logrado formar parte de la clasificación de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina de manera consecutiva (desde 2017): Alcalde.
El afecto a los ingredientes que profesa el chef Paco Ruano se hace sentir en cada plato que posa en la mesa. De entrada: un conjunto de tartaletas de huitlacoche inmersas en hojas de mastuerzo que embellece el centro, le sigue un aguachile de callo con salsa de pasilla mixe como prefacio de la cálida y untuosa interpretación de las gorditas de requesón.
El cariño por la generosidad de la tierra y el mar se manifiesta con la misma perfección en la propuesta protagonizada por la carne de lechón ahumada y en el otro extremo con una porción de lobina rayada con alcachofas crocantes. La experiencia es excepcional, pues la labor del restaurante Alcalde se rige por el respeto absoluto a las estaciones del año y sus virtudes.
¡Descubre!
Dulce aprendizaje
Caminar por la colonia Americana, una de las más antiguas de Guadalajara, observar sus casonas y edificios, hasta encontrar el Templo Expiatorio del Santísimo Sacramento (considerado la máxima obra en el país de estilo neogótico) despierta el antojo. Ese deseo se convierte en catalizador de una divertida práctica dirigida por el chef ejecutivo de La Postrería, Eduardo García. Él nos enseña a recrear el “Cerezo”, un icónico postre al plato con algodón de azúcar. El concepto fundado por Jesús Escalera Ciscares y Fernanda Covarrubias Araiza es un referente en Latinoamérica en materia de cocina dulce.
Del huerto a la mesa
La chef María Ortega añade con delicadeza los toques finales a un platillo y se encuentra tan concentrada que tarda en percatarse que un par de comensales observa su labor con entusiasmo. En cuanto ella levanta el rostro, su sonrisa ilumina la cocina abierta de Allium. El restaurante fue incluido en el mapa de destinos gastronómicos ’50 Best Discovery’ por la sensibilidad, creatividad y ética de su quehacer diario. El menú ideado por Ortega y el reconocido maestro cocinero Adolfo Galnares honra el trabajo de productores artesanales, a los productos mexicanos, así como a los ingredientes que crecen en el huerto situado en la azotea del reconocido espacio culinario.
Un sitio esencial
Bastan unos minutos de trayecto desde Guadalajara para conocer el barrio San Pedro, en el Pueblo Mágico de Tlaquepaque. Después de admirar la maestría artesanal en el Corredor Independencia, es vital hacer una parada en Cielito Lindo. Situado en la finca histórica donde se firmó la consumación de la independencia de México el 13 de junio de 1821, el restaurante es uno de los más emblemáticos por su acogedora atmósfera, su vasto enfoque sobre la gastronomía mexicana, mixología y café de especialidad. Cada platillo es memorable al igual que su asombrosa oferta de postres.
Cocina y agave
Es justo a unos pasos del Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, también en Tlaquepaque, donde se encuentra Bravo. En este lugar, la cocina hecha con ingredientes de los diferentes territorios de México es muy honesta y se marida con las historias familiares de diferentes destilados de agave producidos en Jalisco. Resulta difícil olvidar el aguachile negro de habanero tatemado, salsa de calamar, pétalos de rosa y crocante de chía que probamos en compañía del mezcal Vago.
Así culmina un delicioso paseo por Guadalajara y el pintoresco pueblo que forma parte de la zona metropolitana. ¿Qué opinas? ¿Te animas a empreder un viaje lleno de sabor?
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