El día empieza desde muy temprano para el chef Ángel Vázquez porque su pasión, la cocina, lo espera. Una pasión que conoció desde muy pequeño gracias a su herencia familiar, porque todos los miembros de su familia se reunían para preparar platillos, cada uno aportando algo en el proceso. Día a día divide sus horas en intensas jornadas entre dos grandes proyectos que le han dado un nombre en la gastronomía de Puebla: sus restaurantes Intro y Augurio.

Organizar, coordinar, pasar de un restaurante a otro, además de acudir personalmente a seleccionar los ingredientes para las preparaciones, son actividades que remarcan su itinerario del día. Su personalidad, audaz y perseverante, lo compromete con el mundo de la gastronomía desde hace ya varios años, y su carrera trabajando y aprendiendo de otras cocinas del mundo lo han llevado a la conquista de su natal Puebla.

Ángel Vázquez

El chef Ángel Vázquez recorre los mercados para seleccionar de primera mano los ingredientes de sus platillos.

Por un lado, presentando los platillos más populares de los lugares en los que ha trabajado en el menú de Intro, su primer restaurante y con el que lleva más de quince años. En Augurio, su más reciente proyecto, rescata los sabores clásicos de Puebla con recetas familiares, entre recuerdos y sensaciones que aterrizan en platillos leales, o como dice el chef, en golosos, sin fusiones o experimentos, reflejando la importancia de una cocina como la poblana.

El camino no ha sido fácil. Desde los once años de edad supo que que ésta sería su profesión, la cual desarrolló en primera instancia dentro de los salones de clases, para después continuar aprendiendo en las cocinas de diferentes restaurantes de distintos países, lo cual le valió la experiencia que ahora refleja en sus establecimientos. Sin duda, su mejor escuela fue viajar. Durante el transcurso de su carrera recuerda el haber cocinado en importantes escenarios y para importantes personalidades, como el Papa Francisco.

Ángel Vázquez sabe el auge que está teniendo la gastronomía poblana en los últimos años, una gastronomía que no se limita, que ha incluido nuevas formas de cocinar platillos tradicionales, además de agregar cocinas de diferentes partes del mundo gracias a la llegada de más turistas al estado. Aún así, sabiendo de lo recelosa que puede ser la cocina local, el chef se arriesgó con Intro, su primer proyecto, al incluir muestras de las cocinas más representativas del mundo en un solo lugar, teniendo como resultado un restaurante que por 15 años se ha mantenido vigente, y que recientemente ha expandido sus instalaciones.

Ángel Vázquez

En Intro loa sabores de la cocina internacional se hacen presentes.

Augurio, la representación del amor por la cocina familiar

Desde muy pequeño, el acercamiento con la cocina familiar le permitió tener presentes todos los sabores tradicionales de la cocina poblana, entre moles, pipianes, tlacoyos, guajolotes y chanclas, por mencionar solo algunos de los platillos con los que creció. Y si hablamos de su familia como un pilar en su influencia gastronómica, no podemos dejar de mencionar a su padre, Don Ángel, un foodie que le inculcó su gusto por la comida, su preparación y el rescate de los ingredientes locales, bandera con la cual emprendió el proyecto de Augurio.

En Augurio, restaurante ubicado en las instalaciones del boutique Quinta Esencia, algo mágico sucede. Desde su apertura, tan solo unos meses atrás, se ha dedicado al rescate de las preparaciones tradicionales utilizando las recetas de los familiares del chef.

Ángel Vázquez

Contrario a lo que se cree, muchas de esta preparaciones están siendo cada vez más difíciles de encontrar en algunos establecimientos de Puebla, por ello Augurio es el lugar indicado para sumergirse en la clásica gastronomía poblana disfrutando de un relajado y selecto espacio que se ha convertido en un lugar visitado por locales y extranjeros.

En la cocina de Ángel Vázquez se descubre el amor a sus tradiciones, expresado en preparaciones que evocan recuerdos y sentimientos, al menos así lo visualiza el chef cuando recuerda que su papá los llevaba al mercado para elegir los productos que utilizaría en su cenaduría, un pequeño negocio familiar donde Vázquez pasaba horas ayudando.

De esa relación, actualmente mantiene un estrecho acercamiento con algunos de los vendedores de frutas, verduras, chiles y especias de los distintos mercados de la ciudad, como el Mercado Municipal de Acocota, donde a su paso, saludan a quienes se convirtieron en amigos con el paso de los años.

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