Por Diana Dizdarevic* De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) al año más de 800.000 personas se quitan la vida. El suicidio se ha convertido en una gran tragedia, de la cual necesitamos estar alertas de la situación que se vive a nuestro alrededor, los comportamientos que presentan personas cercanas a nosotros. Tantas situaciones dramáticas que se están presentando que pueden ser causa de que las personas sientan desolación, desesperanza y pensamientos de fatalidad hacia el futuro. De acuerdo con Pilar Sáinz, el componente genético de la conducta suicida está determinado por las variantes en múltiples genes que hacen al sujeto más vulnerable, además es necesario un desencadenante agudo como el propio trastorno mental, enfermedades crónicas, incapacitantes y dolorosas, o una etapa de estrés agudo. Lo que provoca el suicidio Los conflictos emocionales que llevan a la decisión de suicidarse están envueltos por la angustia, la desesperación, impotencia y lo que desean es desaparecer de esa situación que les está ahogando el alma donde se sienten avergonzados, culpables, como una carga para los demás, sienten soledad por alguna pérdida, rechazados, y se sienten víctimas sin poder ver lo que hay afuera de la situación frustrante. Quienes se suicidan El suicidio no discrimina a nadie. Pueden ser personas de cualquier sexo, raza, etnia, ricos, pobres, niños, adolescentes, adultos, personas de la tercera edad, celebridades, etc. Es una situación muy lamentable que se conjuga a través de muchos problemas emocionales generados por situaciones sociales, amorosas, familiares, culturales y de la economía que pueden afectar a muchas personas en general. Situaciones que viven personas con riesgo al suicidio
  • Depresión.
  • Abuso de sustancias.
  • Intento previo de suicidio.
  • Reclusión o encarcelamiento.
  • Presencia de pistolas y armas en el hogar.
  • Antecedentes familiares de trastornos mentales.
  • Violencia familiar, incluyendo el abuso físico o sexual.
Cómo identificar el comportamiento suicida Comportamientos de sufrimiento. Cuando una persona pasa la vida lamentándose de todo lo que le pasa sintiendo que no vale nada lo que hace, incapaz de cambiar y de tomar nuevas decisiones en su vida, pasa mucho tiempo en la cama porque ha perdido el interés por cosas que antes eran muy placenteras. Esto no quiere decir que necesariamente tenga que ver con las tendencias al suicidio, pero sí son señales de alerta que se deben atender. Avisos verbales. Es preciso considerar los mensajes que envían, lo que publican en las redes sociales, llamadas telefónicas, escritos y frases cuando dicen: ya no aguanto más, no hubiera nacido, la vida no vale la pena, me quiero morir, etc. son frases de alerta ante alguna situación que quizá está viviendo alguna persona. Acontecimientos traumáticos. Cuando una situación de alto impacto sucede, por ejemplo, la muerte de algún ser querido, la pérdida de trabajo, el caos del bullyng, la violencia familiar, el anuncio inesperado de alguna grave enfermedad, desencadenan la pérdida de la esperanza de vida. Cambios drásticos del humor. Cuando una persona se siente bien y de repente se entristece, se enoja, cambia drásticamente de humor. Cuidemos estas situaciones que pasan desapercibidas muchas veces en los adolescentes que viven la etapa de cambios. Cuando se encierran en su cuarto, no quieren hablar con nadie y no saben cómo expresar sus sentimientos. Aislamiento social. Por lo regular son personas que han perdido el interés en interactuar con los demás y prefieren quedarse solos en su casa cuando por ejemplo toda la familia está en alguna reunión social. También no conviven con amigos y compañeros de trabajo, no se interesan por contestar el teléfono. Todo lo que les llamaba la atención carece de sentido. Qué hacer si conoces a personas en esas condiciones. Si has visto estas señales en la vida de alguien, trata de hablar en forma suave y respetuosa con él o ella, si es de tu confianza hablará contigo de lo que le está pasando y si no se abre a la comunicación haz lo posible por buscarle a un profesional antes de que sea demasiado tarde y después te lamentes de no haber ayudado a esa persona. *Psicóloga, Conferencista Internacional y Escritora.   Contacto: Correo: [email protected] Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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