Para el presidente de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), Erick Pérez-Grovas, los contracargos sí son un reto por resolver en el comercio electrónico, sin embargo, esto no se ha reflejado en una desaceleración del ecommerce en el país, que ha alcanzado una de las tasas de adopción de las compras en línea más altas a nivel global.
Durante su participación en la mesa “De los contracargos el metaverso”, en el marco del Foro Forbes Economía y Negocios 2022, Pérez-Grovas dijo que “sí existen los contracargos, pero eso no ha evitado que el comercio electrónico en México crezca a tasas muy aceleradas. México es de los países que más crece en comercio electrónico en el mundo”.
Tal ha sido la adopción del comercio electrónico en México, acelerada además por la pandemia y la transformación digital de las empresas y de la economía misma, que empresas como Amazon, Mercado Libre, Walmart, Liverpool, entre otras “invierten en comercio electrónico porque funciona, es un buen negocio. Sí existe el contracargo, pero cada vez más hay soluciones”.
Pérez-Grovas resaltó que incluso las autoridades mexicanas deben aportar en la aceleración del comercio digital incentivando que el grueso de la población acceda a servicios financieros.
“Es una injusticia social que haya gente que no tenga tarjetas de crédito, un porcentaje muy alto tiene que pagar efectivo. Eso le pediría al gobierno, que ayude a la gente a tener acceso a un método de pago electrónico que pueda incluir crédito”, dijo.
El country manager de Amazon México, David Miller, quien también participó en la mesa en el marco del Foro Forbes, apuntó que “una de las cosas que pasó con la pandemia es que todos los negocios se dieron cuenta de que el ecommerce ya no era opcional, todos se dieron cuenta de que tenían que participar”.
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El CEO de Mastercard México, Mauricio Schwartzmann, compartió algunas de las soluciones en las que trabaja la compañía para reducir los contracargos. Una de ellas usa inteligencia artificial y machine learning para identificar a los usuarios a través de sus patrones de tecleo, “eso hace que se genere cierto perfil del usuario para prevenir que la persona que hace la compra sea la que esperas”.
Otra solución es vincular los datos de las tarjetas de los clientes con la dirección IP de la computadora desde la que se hace la compra que “hace que cada vez que entras a un comercio no tengas que ingresar toda la información, muy similar a los botones de pago. Siempre buscando reducir la fricción y aumentar la aceptación de pagos”.
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