Por: Jorge Sentíes* 

Las crisis representan una oportunidad para rediseñar estrategias que permitan transformar costos y nuevas formas de operar. Sin embargo, es importante cambiar la forma en que entendemos estos aspectos. Hablamos de transformar el concepto de estructura de costos por el de estructura de inversiones. Así, los recursos deberán ubicarse donde generen mayores retornos.

En este contexto de incertidumbre, es fundamental hacer un ejercicio de introspección y entender exactamente lo que la empresa está haciendo para agregar valor, la manera en cómo lo hace y comprender cuáles son las capacidades que apalanca para llevar ese valor hacia el mercado. Cuando se logra una plena consciencia de estos puntos, podemos decir que existe coherencia estratégica, lo que nos otorga derecho a ganar.

La pandemia ha modificado viejas creencias y los modelos referentes a los costos. Lo que alguna vez consideramos “gasto fijo”, hoy se ha vuelto más variable, como los espacios de oficinas. Por el contrario, las capacidades que se percibían como nice to have (automatización, almacenamiento en la nube, tecnologías de colaboración, etc.) ahora son esenciales para continuar operaciones.

En PwC hemos identificado cinco acciones clave para fortalecer el negocio y la competitividad:

  1. Desarrollar una estrategia clara y concreta. Esta debe fundamentarse en los elementos imprescindibles para la compañía –una empresa minorista, por ejemplo, podría reajustar su estrategia para incentivar ventas en canales digitales ofreciendo descuentos y reduciendo sus tiendas físicas, que le generan un costo fijo.
  2. Reforzar las capacidades diferenciadoras. Se trata de identificar las actividades que ofrecen una ventaja competitiva o que son necesarias para una diferenciación futura.
  3. Transformar radicalmente la estructura de costos. Esta implica, además de eliminar y redireccionar inversiones que no aportan valor a la organización, construir resiliencia para estar mejor preparados ante futuras crisis.
  4. Reimaginar el modelo operativo. Las compañías tienen que mapear adecuadamente qué productos y servicios deben ofrecer en la nueva normalidad, ya sea porque los hábitos de consumo cambiaron o porque es necesario adaptarse a una disminución de ingresos de los hogares.
  5. Acelerar la evolución de la cultura organizacional. Significa involucrar a toda la organización en el mismo objetivo para navegar fluidamente en la nueva normalidad. Ser líder en estos tiempos implica tener un compromiso con la inclusión, con el enfoque colaborativo, fomentar la creatividad y hace cumplir los valores de la organización.

De acuerdo con nuestra más reciente CFO Pulse Survey, nueve de cada diez CFO mexicanos implementó la contención de costos como su principal acción financiera como resultado de Covid-19. Sin embargo, las empresas necesitan una transformación que no perjudique su crecimiento a largo plazo, y que brinde mayor resiliencia y agilidad. Habrá que tener muy claro que las acciones que se tomen en este momento para proteger la compañía son críticas para consolidar el éxito a futuro.

Contacto:

Jorge Sentíes es Socio de Strategy& en PwC México.*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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