Los videojuegos de aventura son altamente populares. Cada año se publican numerosos títulos en los cuales el usuario es llevado a través de un recorrido en el cual su fuerza e inteligencia logran vencer miedos y adversidades, haciendo un gran énfasis en su poder y perseverancia. Este año, Ninja Theory -el estudio de Cambridge famoso por dar nueva vida a la saga Devil May Cry- ha lanzado un impresionante juego que rompe e invierte estas clásicas nociones sobre los videojuegos de aventura. Hellblade: Senua’s Sacrifice (PlayStation 4 / Windows, 2017) es un videojuego único en un amplio número de sentidos. Puede ser descrito como un juego de acción-aventura, pero también como de horror psicológico. Por un lado, es un juego desarrollado y publicado independiente, pero también tiene valores de producción AAA (al tope de todo lo que “premium” puede significar en 2017). Es un juego de batallas feroces, pero también es de exploración y descubrimiento. Pero hay otro aspecto igualmente relevante que todas estas descripciones, que Hellblade: Senua’s Sacrifice trata de hacer que los jugadores experimenten la psicosis clínica, ayudando a crear empatía y consciencia de las enfermedades mentales. Más allá de estas características, el juego en sí no es menos fascinante. Te pone en el lugar de Senua, una joven guerrera celta que desciende a lo profundo del inframundo nórdico para salvar a su amante, que fue masacrado por los vikingos. Este viaje de Senua hacia el infierno es real en dos sentidos, en el estrictamente narrativo y en el psicológico, ya que Senua sufre de psicosis severa, y desde el principio nos damos cuenta de que ella se encuentra acompañada por voces y alucinaciones que la atormentan incesantemente.   Aunque nos encontremos en un mundo fantástico, conforme avanzamos en la aventura, nos damos cuenta de que el mayor reto de Senua, su mayor prueba de fuerza es el no quebrarse ante su percepción distorsionada. Las voces que la acompañan nos cuentan la historia desde una perspectiva mezclada, pues escuchamos cómo le hablan a ella, así como entre ellas, e incluso a veces pareciera que se dirigen al jugador. Cuestionan todo lo que pasa, las acciones de Senua, su pasado, sus motivos, capacidades, sentimientos, cordura, pero también le ayudan a entender -de una manera algo torcida- el mundo que la rodea. Este extravagante juego fue revelado hace tres años, pero es el resultado de la consolidada historia de Ninja Theory, que, aunque en el pasado habían entregado juegos queridos por los fans, nunca habían hecho un proyecto tan original, bien logrado y conmovedor. Es sorprendente que, a pesar de ser un equipo de tamaño modesto, hayan logrado construir un juego que compite en calidad con producciones multimillonarias de cientos y personas, sobre todo considerando la tecnología de captura de movimiento, y el detalle de las animaciones hiperrealistas de Senua y su entorno, que muestran el asombroso resultado de lo que se puede lograr con el motor gráfico Unreal Engine 4.   Un aspecto altamente importante es el diseño biaural de audio. Aunque este título es en sí altamente inmersivo al jugarlo en un televisor con sus bocinas, el nivel de impacto sensorial se multiplica al usar audífonos, ya que las voces del juego cobran vida a través de la simulación de espacio tridimensional en que nos acechan. Esto puede ser demasiado para algunos jugadores, por lo que es prudente el intentarlo por un periodo de tiempo corto antes de continuar el juego completo. El viaje de Senua nos llevará por una amplia variedad de paisajes, algunos bellos como visiones de ensueño, y otros recios como pesadillas. Nos encontraremos con grupos de enemigos que pueden llegar de manera inesperada, desde criaturas misteriosas hasta monstruos que causan desagrado. Además del combate frenético, hay áreas para explorar y algunos acertijos para resolver, cada vez más esotéricos conforme avanzamos. En general el ritmo del juego es variado, dando espacio para respirar y disfrutar del paisaje. En todo momento el nivel de detalle es verdaderamente apantallante, y por fortuna hay un modo fotográfico, que nos permite pausar el juego y mover la cámara -con todos los ajustes necesarios (apertura, zoom, etc.)- para capturar una imagen perfecta. Aunque el juego en sí dura apenas unas siete horas, este tiempo se extiende por detenerse a ver la infinidad detalles en sus ominosos pantanos, densos bosques, brillantes praderas, y tenebrosas cuevas. Sin duda éste es uno de los mejores videojuegos que he experimentado, no sólo en 2017, sino en los últimos años. El nivel de impacto emocional que me ha causado es complicado de describir. Por otro lado, el desarrollo de su peculiar protagonista, supera la obvia necesidad de mujeres fuertes en los videojuegos, donde podríamos considerar a Lara Croft de Tomb Raider, o Aloy de Horizon: Zero Dawn. Senua es distinta en el sentido de ser un individuo que está al borde del quiebre emocional y mental, al que vemos vulnerable en todo momento, pero que al mismo tiempo muestra una brutal resistencia ante la muerte misma. Otro aspecto por considerar es que este juego sólo cuesta la mitad del precio de un típico juego AAA, por lo que el valor que recibe el jugador es mucho mayor que con los juegos de esta duración y características, incluso sin contar el nivel de excelencia técnica, narrativa y de experiencia sensorial. Aunque Hellblade: Senua’s Sacrifice en definitiva no es un juego divertido, sino uno para adultos y que se sufre, es altamente recomendable; es otra demostración contundente de que los videojuegos pueden ser además experiencias estéticas, trascendentales y de empatía que nos ayudan a ver el mundo desde los ojos de otros.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @IrvingPeres Podcast: El Beastcast Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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