Por Sofía Cruz Salcedo* El outsourcing o tercerización del capital humano surgió como una alternativa en época de crisis que le permitió a las empresas continuar con sus operaciones, disminuyendo sus gastos de administración, tener acceso a manos calificadas reduciendo gastos de capacitación y les dio la flexibilidad de ofrecer empleos temporales según lo requirieran sus operaciones, entre algunos otros. Hoy en México, la tercerización del capital humano se mantiene y es una práctica muy común entre las corporaciones, ya que les permite enfocarse más en la gestión del negocio, tener acceso a más recursos de mano de obra, si así lo requiriera su operación, así como la rotación inmediata de personal o contratación temporal, permitiéndoles ser más eficientes y mejorando su rentabilidad. Sin embargo, no podemos pasar por alto que algunas firmas han hecho uso de este esquema como una forma de evasión fiscal, por lo que, si un proceso de M&A se encuentra con este tipo de subcontratación, se deberá analizar a profundidad las condiciones del contrato que ofrece la empresa que proporciona el servicio de tercerización, ya que ésta tiene que cumplir con condiciones responsables de operación tales como: tener contratos laborales que sigan las normas establecidas por la Ley Federal del Trabajo y que en ellos se  describan  con veracidad  el puesto, sueldo, prestaciones y beneficios a los que tiene derecho el trabajador; la inscripción de los empleados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), su registro ante la Secretaría de Hacienda para hacer el pago correcto de cuotas del IMSS e Infonavit y hacer una debida retención de impuestos como lo marca la Ley del Impuesto sobre la Renta. El próximo gobierno que está por tomar posesión en unos días, ha expresado que está dentro de sus prioridades el establecer una reglamentación mucho más estricta para este tipo de esquemas de outsourcing laboral y así evitar la evasión en el pago de prestaciones, como también proteger más a los trabajadores que están bajo este tipo de contratación. Adicionalmente, la información presentada por el Transactional Track Record (TTR) a octubre de 2018, reporta que durante este mes sólo se llevaron a cabo en el país 20 transacciones, que, comparado con los últimos 3 años, refleja una disminución significativa en procesos de fusiones y adquisiciones Habrá que estar pendientes de la postura que tomará el nuevo gobierno ante esta práctica, así como analizar la situación económica del país una vez cambien las reglas de outsourcing, para saber si las decisiones que se tomen sobre este tema impactarán de manera positiva o negativa las transacciones de M&A en las diferentes industrias en México. *Consultor Senior en Mercer   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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