Por Alejandro Medina Pablo Martínez y Karlo Rodríguez pasaban una tarde como cualquier otra del año 2012. Sólo veían televisión y platicaban de la capacidad de Amazon para segmentar sus productos y llevarlos hasta el cliente indicado. Entonces, una interrogante fue cobrando forma ante ellos: ¿Qué pasaría si, para mejorar el desempeño de las empresas que no nacieron digitales, alguien pudiera ofrecerles información similar a la que tienen las nativas de la web? De esa pregunta nació Klustera, cuyo propósito es ser proveedor de data clave para compañías cuyo negocio es la atención al público. Lo primero que hicieron fue desarrollar un sistema de cámaras de video para ver el comportamiento de las personas en los comercios, pero no obtuvieron toda la información que pretendían. “Nos dimos cuenta de que la solución estaba en medir a la gente a través de WiFi”, explica Martínez, CEO de Klustera. Todos los teléfonos transmiten constantemente un identificador único, junto con las últimas conexiones que han tenido. “Nosotros encontramos cómo captar esa señal y convertirla en algo útil”, dice. Del dato a la campaña Con los datos aportados por la firma Klustera, la cadena de restaurantes Fonda Argentina puede calcular el tiempo que los clientes están dispuestos a esperar a que se les asigne mesa, dependiendo de si proceden de un lugar cercano o lejano. También le ha permitido contar con menús de precios diferenciados para ciertas horas y días. Además, con sus módems, Klustera ofrece WiFi gratuito en puntos estratégicos, con una condición: los usuarios deben dar acceso a la empresa a información de su teléfono, su lista de contactos de Facebook y las páginas que les gustan. La acción parecería violatoria de la privacidad, pero, por el hecho de que los clientes dan su autorización, no lo es, explica Cédric Laurant, abogado especializado en protección de datos.   1,500 boletos más En cuatro años, Klustera ha recibido inversiones por casi 500,000 dólares del Inadem y de fondos de capital de Nueva York, y ha conseguido clientes como Cinépolis, Coca-Cola y Walmart, en México, y Wendy’s, en Estados Unidos. En otro negocio, Klustera colocó sus módems en una central de camiones y ofreció internet a las personas, ingresó a información de sus teléfonos, tomó data y monitoreó el desplazamiento de los dispositivos móviles. Una vez que supo el destino al que viajaban, les envío ofertas de Volaris, su cliente. El proyecto resultó un éxito. Volaris vendió 1,500 boletos de avión adicionales, un resultado seis veces mejor al que hubiese tenido con una campaña tradicional. Pero esto no es suficiente. El plan a largo plazo de Klustera es más ambicioso: mapear el país por medio de conexiones a la red, comenta Javier Rincón, su CMO. Te puede interesar: 3 historias de ingenio digital Made in Mexico Te puede interesar: Klustera: Así es como los datos transforman hoy a la publicidad   Sus números
  • 500,000 dólares, la inversión recibida por Klustera desde que inició.
  • 25% de los ingresos de la compañía se invierten en investigación.
  • 1,500 boletos de avión adicionales vendió Volaris.
 

 

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